La llegada del nuevo año no vendrá esta vez acompañada de una subida de tarifas en el peaje de las autopistas. Es la primera vez que las empresas concesionarias no aplican incrementos desde que en 2002 se puso en marcha la fórmula por la que cada año actualizan el precio que cobran a los usuarios.
La fórmula utilizada para calcular el incremento de tarifa tiene como principales variables el Índice de Precios de Consumo (IPC) de octubre y la evolución del tráfico en las vías, dos conceptos que han registrado tasas negativas durante este año. La inflación que se toma de referencia es el -0,07 por ciento, si bien esta caída se amortigua y se compensa con los descensos que también ha registrado la afluencia de vehículos, lo que lleva así al mantenimiento del precio de los peajes, explican fuentes del sector.
La congelación de precios para 2010 contrasta con la subida media del 4,46 por ciento que se registró en 2009, que fue el mayor incremento desde que se introdujo la fórmula de revisión automática. Con la entrada en vigor de ese sistema, las subidas de los peajes ha oscilado entre la tasa del pasado año y el 2,93 por ciento de 2005.