El periodo de vacaciones de julio y agosto ha comenzado con un repunte en los precios de los principales combustibles de automoción en el último mes que alcanza el 12 por ciento en el caso de la gasolina y el 9,5 por ciento en el del gasóleo.
Pese el encarecimiento de las últimas semanas, los automovilistas podrán llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros por 60,5 euros, y el de gasóleo por 52,8 euros, lo que supone un precio un 11 por ciento y un 25 por ciento, respectivamente, inferior al de hace un año, cuando los combustibles se encontraban en niveles cercanos al máximo histórico.
Para la campaña de julio y agosto, la Dirección General de Tráfico (DGT) prevé que se produzcan 84 millones de desplazamientos, cifra similar a la registrada el año pasado, pero un 4,5 por ciento inferior a la del verano de 2007, cuando se produjeron 88 millones de desplazamientos. En julio habrá 40,5 millones de desplazamientos y en agosto, otros 43,4 millones.
Los automovilistas se encontrarán con que el litro de gasolina cuesta, por primera vez en el año, 1,1 euros, así como con que el gasóleo también marca un récord desde enero, tras tres semanas consecutivas de encarecimientos, y se sitúa en 0,961 euros el litro.
Subida de impuestos
A la escalada del último mes ha contribuido en parte la subida aprobada hace quince días por parte del Consejo de Ministros de 2,9 céntimos de euros por litro en el impuesto sobre hidrocarburos que se aplica tanto a la gasolina con o sin plomo como al gasóleo de automoción, que permitirá al Estado ingresar 1.097 millones de euros anuales.
Según los datos del Boletín Petrolero de la UE, la gasolina es ya un 31 por ciento más cara que a comienzos de año, mientras que el gasóleo acumula subidas de 16 por ciento con respecto al nivel de enero, de 82 céntimos de euro el litro.
Prueba de fuego para la demanda
Pese a que la demanda aumenta en verano por motivos estacionales, los dos próximos meses servirán para comprobar cómo reacciona el consumo de combustibles durante unas vacaciones marcadas por la recesión económica.
Hasta abril, la demanda de combustibles de automoción se había situado en 9,54 toneladas, lo que ha supuesto una caída del 9,7 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. Este porcentaje es una décima inferior a la caída registrada hasta el mes de marzo.
El precio de los combustibles en España sigue siendo inferior al del resto de la Unión Europea. El litro de gasolina super-95 cuesta de media 1,231 euros en la UE-27 y 1,1,273 euros en la zona euro. En el caso del gasóleo, el precio se sitúa en 1,047 euros en la UE-27 y en 1,041 euros en la zona euro.