El consejo de administración del grupo estadounidense General Motors ha decidido quedarse con Opel, anulando meses de negociaciones para vender la firma europea a un consorcio encabezado por el fabricante austro-canadiense Magna y respaldado por el banco ruso Sberbank, según ha informado la compañía.
Los 13 miembros del consejo de administración de General Motors se han reunido en Detroit para tomar una decisión sobre la venta, que se consideraba inminente. No obstante, General Motors ha anunciado que presentará en breve a Alemania y al resto de países donde posee factorías un plan de reestructuración, que según sus previsiones implicaría una inversión cercana a los 3.000 millones de euros, a la espera de que sus planes sean acogidos de manera ‘favorable’
Asimismo, la compañía americana ha anunciado su disposición a trabajar ‘con todos los sindicatos europeos’ para desarrollar un plan de contribuciones que ayude a la reestructuración de Opel. La automovilística ha indicado que próximamente dará a conocer los detalles concretos sobre el plan de reestructuración.
Mejora del mercado
Entre los argumentos que esgrime la automovilística estadounidense para echar atrás esta venta a Magna, GM señala la mejoría del sector en el mercado europeo en los últimos meses y que este plan de reestructuración supone un coste ‘significativamente menor’ que todas las ofertas presentadas para la compra de Opel.
Tras destacar la importancia de Opel/Vauxhall dentro de la estrategia global de la compañía, el Consejo de Administración ha indicado en que el ‘entorno empresarial en Europa ha mejorado’, aunque la situación sigue siendo ‘tensa’. ‘Al mismo tiempo, la salud financiera de GM en general y la estabilidad han mejorado significativamente en los últimos meses, lo que nos da la confianza de que la empresa europea puede ser reestructurada con éxito’, ha indicado Henderson.
En este sentido, el Consejo de Administración ha considerado que la decisión de no vender Opel a Magna garantiza la ‘mejor solución a largo plazo’ para clientes, empleado, proveedores y distribuidores a pesar del ‘agotador’ proceso de negociación por su ‘complejidad’ y ‘duración.
Por ello, la automovilística americana ha agradecido al Ejecutivo de Angela Merkel y al resto de gobiernos de la UE su ‘duro trabajo’ en las negociaciones, así como ‘el esfuerzo’ realizado por Magna y al banco ruso Sberbank para tratar de llegar ‘a un acuerdo equitativo’.
Por último, el consejero delegado de GM ha anunciado su intención de aumentar su negocio en Rusia y volver a trabajar con la rusa Gaz en el desarrollo conjunto de estrategias de mercado.
El consejero delegado de Magna, Siegfried Wolf, ha asegurado seguirá apoyando a Opel y General Motors en sus desafíos futuros a pesar de la renuncia final de la automovilística amercicana a vender la firma europea al fabricante austro-canadiense.