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De trece ranuras a la característica parrilla de siete ranuras: un detalle de diseño que ofrece el ‘rostro’ emblemático de todos los modelos Jeep

Durante 75 años, los elementos característicos del diseño de Jeep se han mantenido fieles a sus raíces

La forma sigue a la función, un componente fijo del ADN de Jeep desde su primer vehículo, con el que empezó todo, el Willys, el Jeep original. Cuando nos fijamos en el diseño de Jeep reconocemos de inmediato que el estilo de cada modelo incluye elementos clave que están bien definidos y claramente identificables. Auténticas y representativas características estéticas, tales como los faros redondos, la parrilla de siete ranuras, los pasos de rueda trapezoidales y el parabrisas vertical, pertenecen al imaginario colectivo y hacen que un vehículo sea inmediatamente reconocible como un ‘Jeep’.

La parrilla vertical con ranuras y los pasos de rueda trapezoidales en particular son elementos de diseño con setenta y cinco años de historia que se pueden ver en casi todos los vehículos Jeep actuales. Las aberturas de ventilación tradicionales, que en el lenguaje de Jeep se llaman ranuras, se introdujeron en el primer Willys-Overland MA a principios de los años 40 cuando Willys Overland, junto con American Bantam y Ford, respondió a la llamada del Ejército de Estados Unidos y diseñó los primeros prototipos de vehículos todoterreno. En este vehículo que marcó un hito, antepasado de todos los modelos Jeep posteriores, la parrilla disponía de barras verticales. Ford introdujo la parrilla de 9 ranuras de acero en sus modelos prototipo. El Ejército de Estados Unidos prefirió esta última versión y se estandarizó en todos los modelos MB y Ford GP.

Después de la guerra, con la introducción del CJ-2A (1945) producido para fines civiles, Willys-Overland introdujo la clásica parrilla de 7 ranuras. De hecho, uno de los requisitos para la concesión de licencias para el Civilian Jeep era que el vehículo tuviera faros más grandes en comparación con el militar. Para hacer espacio a los faros más grandes, las ranuras exteriores se retiraron y quedaron 7 conformando la parrilla.

Desde entonces, todos los modelos CJ han contado con una parrilla de 7 ranuras, mientras que otros muchos modelos Jeep clásicos, incluyendo el Willys Wagon, el pick-up de Jeep, el Wagoneer y el Cherokee, utilizaron ranuras verticales pero con un número variable de 8 a 13. Las únicas excepciones fueron la serie FC y los modelos Jeepster 1966 – 1973 con 7 ranuras. Desde 1998, todos los modelos Jeep han lucido la emblemática parrilla de 7 ranuras.

También hay muchas leyendas respecto a las siete ranuras de la parrilla Jeep: algunos dicen que es por las siete maravillas del mundo natural o porque un vehículo Jeep fue el primero en defender los siete continentes, o por los siete mares, las siete cumbres, los siete pilares de la sabiduría, los colores del arco iris o, tal vez, el hecho de que hay siete direcciones: arriba, abajo, derecha, izquierda, adelante, atrás y centro. En realidad, no importa lo que inspiró la elección del número 7 para la parrilla de Jeep. Lo que es realmente importante es que desde hace 75 años la marca Jeep ha inspirado a los hombres a soñar y a aventurarse, a ir más allá y a explorar todos los rincones del mundo y seguirá inspirando a ir más allá de los límites y a disfrutar del espíritu de libertad y aventura inherente a cada auténtico Jeeper.

Otra característica de diseño de Jeep son los pasos de rueda trapezoidales, que eran necesarios en aquellos tiempos para permitir a los conductores circular por caminos todoterreno. De hecho, mediante el uso de pasos de rueda trapezoidales las ruedas tenían tanta libertad como era posible en su alojamiento para enfrentarse a caminos todoterreno y pasar por encima de las rocas y los obstáculos más extremos.

Hay una divertida historia sobre cómo se diseñaron los pasos de rueda trapezoidales evolucionando desde la chapa de protección de los Willys. De hecho, al principio, los primeros modelos Jeep no tenían chapas protectoras, lo cual, por supuesto, no era del agrado de los pasajeros sentados en el asiento trasero. Dependiendo de las condiciones climáticas y del terreno, estaban expuestos a una lluvia de barro y arena, y al bombardeo de la gravilla.

Un soldado estadounidense un tanto mañoso utilizó un aparato de soldadura y soldó un par de chapas plegadas a mano. No importa si esta idea resultó un éxito, es la filosofía detrás de esta anécdota la que hace historia. Sobre todo en lo que respecta al Wrangler: muchos detalles del emblemático Jeep expresan este concepto muy claramente. Por ejemplo, las correas que definían el ángulo de apertura de las puertas. En otros vehículos, estas se hacían de metal. Pero las puertas del Wrangler podían desmontarse y, por lo tanto, los ingenieros tuvieron que encontrar una solución diferente. Las bandas de tela son la típica solución inteligente que expresa la mentalidad y el estilo de vida detrás de la palabra Jeep.

También las bisagras del capó son un elemento distintivo del diseño de Jeep. Aún se pueden encontrar en el Wrangler y su presencia no es simplemente un adorno o una decoración: son un elemento técnico con una función precisa y funcionan exactamente de la misma manera que hace 75 años.

Cuando estos elementos de diseño se juntan, el resultado es que transmiten el encanto de una marca y la autenticidad, así como su coherencia. Mediante la combinación de la parrilla de 7 ranuras y los pasos de rueda trapezoidales, los diseñadores no tienen que añadir mucho más a su boceto, ya se sabe que es un Jeep. Sobre todo, si se tiene en cuenta que estos rasgos de diseño emblemáticos se han conservado fielmente durante un período de setenta y cinco años.