Tras varias semanas de especulaciones acerca de la posible salida tota de Ford del accionariado de Mazda, estadounidenses y japoneses han anunciado que el grupo del óvalo azul reducirá (que no liquidará) su participación en la compañía de Hiroshima del 11% al 3,5%, vendiendo ese 7,5% a varios socios de Mazda a través de la bolsa de Tokio.
La decisión, que tendrá efecto mañana, forma parte del plan de Ford para mejorar sus finanzas y la flexibilidad del grupo, que cortó la mayor parte de sus lazos con Mazda hace un par de años. A pesar de su reducido porcentaje en Mazda, Ford seguirá siendo uno de sus principales accionistas, y ambas empresas colaborarán como hasta ahora «en áreas de mutuo beneficio».
Ford y Mazda mantienen relaciones cordiales desde 1979, cuando la primera compró el 7% de la segunda. En 1997, y en parte a consecuencia de la crisis asiática, este porcentaje llegó al 33,9%, pero en 2008 cambiaron las tornas, y fue Ford la que se vio obligada a vender tras una larga y fructífera relación que les reportó (y hasta cierto punto les sigue reportando) importantes beneficios a nivel de tecnología y logística. El mejor ejemplo lo tienes en las nuevas camionetas Ranger y BT-50, hermanas de plataforma y fabricadas en la misma línea tailandesa.