La dirección de Ford España ha planteado a los representantes sindicales y a los trabajadores la necesidad de eliminar 600 empleos en la planta valenciana de Almussafes, con el fin de asegurar la viabilidad futura de la fábrica.
La intención de la empresa es llevar a cabo esta reestructuración mediante bajas voluntarias. Para ello, reanudará las conversaciones con los sindicatos el próximo mes de septiembre, cuando la planta de Ford Almussafes retome su actividad.
Ford informó a sus trabajadores de que la situación prevista para el cuarto trimestre de 2009 muestra un exceso de personal en la planta valenciana, dado que en esos momentos el volumen de producción en Almussafes será de 1.460 unidades al día.
‘La necesidad de reducir el número de empleados se genera por el paso de tres a dos turnos de producción en Valencia motivado por la caída sin precedentes del mercado de automóviles nuevos en Europa’, añadieron las mismas fuentes.
Ford explicó que, a pesar de la implantación en diferentes países europeos de programas nacionales de achatarramiento que han ayudado a una mejora de las ventas de vehículos nuevos en los últimos meses, el mercado europeo se encuentra todavía en una situación de ‘gran debilidad’.
Al respecto, el secretario general de UGT en Ford Almussafes, Gonzalo Pino, criticó que la dirección haya ‘aprovechado el último día antes de vacaciones para dar esta noticia’ y recalcó que ‘habrá que sentarse con toda la información para lograr que cualquier medida que se adopte no sea traumática para los afectados’.
Pino indicó que ‘el expediente que presentará la empresa a la vuelta de vacaciones supone la extinción de los contratos de 600 trabajadores de producción, o de puestos ligados a la producción, aunque también habla de otros 80 trabajadores de gerencia, técnicos, administrativos afectados’, dijo.
Pese a que, según dijo, ‘el planteamiento de la empresa es que tiene prisa por que esos trabajadores estén fuera de la factoría lo antes posible’, la intención del sindicato mayoritario ‘sigue siendo reivindicar el acuerdo que firmamos en 2007 con el presidente de Ford Europa, en el que se dice que la empresa siempre pondrá medios para intentar paliar cualquier situación cuando no tengamos producto’.
No hay mercado para todas las fábricas ‘Es una situación difícil, muy complicada, porque no hay mercado suficiente para todas las compañías que están fabricando automóviles’, subrayó Pino, quien hizo hincapié en que ‘lo importante es buscar todas aquellas fórmulas que permitan no perder empleo en el futuro, aunque sea difícil’.
Pino avanzó también que ‘nunca’ van ‘a estar de acuerdo en que se vaya ni un solo joven, puesto que es necesario mantener el plan de jubilaciones con relevo durante los próximos cinco años’ y que ‘lo que se debe hacer es que haya equilibrio entre todas las plantas europeas de Ford’.
Según los sindicatos de Ford Almussafes, la planta valenciana está trabajando un turno y medio mientras otras plantas europeas mantienen tres turnos.
‘No puede ser que Saarlouis y Colonia< sigan manteniendo tres turnos y que Almussafes esté casi con un turno y medio', sentenció Pino, quien reivindicó que 'ambas tienen que pasar a dos turnos para repartir el producto entre las tres hasta que pase la crisis'. ‘Lo primero es ver cuáles son los elementos que plantean para que haya tantos afectados, después ver cómo se puede no perder empleo y sobre todo, que ningún trabajador se vaya sin posibilidad de regresar’, resumió. Por su parte, el secretario general de CC.OO., Miquel Rosaleny, denunció la ‘estrategia de comunicación perversa’ de la compañía, que ‘ha pasado por encima de los sindicatos totalmente y directamente ha comunicado a los trabajadores que después del verano sobran 600 personas, cuando debería haberlo trasladado y argumentado con los sindicatos en vez de hacer que se vayan con incertidumbre total’. Rosaleny indicó que ‘no por esperada es menos grave la situación, porque ahora se demuestra que el acuerdo entre UGT y Ford Europa no tenía nada que ver con la realidad de Almussafes, que es la única que trabaja en sólo dos turnos y para la que se plantea un reducción de este tipo en Europa’, denunció. ‘En estos precisos momentos no sobra ningún trabajador en Almussafes’, sentenció Rosaleny, quien indicó que ‘cuando la dirección ponga encima de la mesa la documentación, se analizará para ver cuál es la mejor manera no traumática de acometer esto’, dijo. La máxima representante de CGT, Francisca Cuesta, criticó también que ‘desde la dirección no han hecho consultiva a los sindicatos ni informado de nada antes de tomar una decisión así, como sería lo lógico’ y sostuvo que, en su opinión, se trata de ‘una medida de presión de cara a la revisión del ERE en vigor, que tendrá lugar a finales de septiembre’. Cuesta defendió que la factoría valenciana está ‘haciendo producción por encima de lo previsto’ y que, es más, ‘a fecha de hoy, con datos de beneficios, producción y de cómo estamos trabajando, la empresa tendrá que demostrar esa información de que sobran trabajadores’. De hecho, estimó que ‘los 240 trabajadores que están en paro en la actualidad afectados por el ERE, fácilmente podrían estar trabajando por el fuerte ritmo de producción actual’.