Antes de la tercera prueba del mundial, los difusores dobles de Brawn, Toyota y Williams fueron declarados definitivamente legales. Pero no ha sido hasta ahora cuando la FIA ha hecho públicas las razones por las cuales se tomó esa decisión, que no ha estado exenta de polémica.
Todos sabemos que no hace mucho la FIA declaró legales los difusores dobles de Brawn GP, Toyota y Williams, aunque la federación aún no había dado las razones por las cuales se había tomado esta decisión. El primer punto que aclara el comunicado de la FIA es que consideran admisibles las protestas de los equipos Red Bull, Ferrari y Renault durante el Gran Premio de Australia, entendiendo estos equipos que la polémica pieza de los equipos denunciados vulneraba claramente el reglamento. También admitió las declaraciones de BMW y McLaren, además de Brawn, Toyota y Williams, como partes implicadas en el caso.
Pese a que los comisarios de la primera carrera del mundial no encontraron nada ilegal en los monoplazas polémicos, la FIA tuvo que estudiar de nuevo el caso debido a las denuncias recibidas. En primer lugar, la federación aclara en su comunicado que todos los equipos están obligados a explicar con detalle sus nuevos diseños si el departamento técnico de la F1 lo requiere. Brawn, Toyota y Williams han asegurado que en todo momento fueron informando a la FIA acerca de las soluciones que iban tomando con sus monoplazas. Estas fueron en todo momento aprobadas, como también sucedió más tarde durante los Grandes Premios de Australia y Malasia. La polémica se centraba en la altura máxima del difusor, cifrada por reglamento en 175 mm. Pese a que en algunos puntos, los tres difusores polémicos la superaban, estos no han podido ser declarados ilegales debido a ciertos defectos en la normativa, como por ejemplo que una zona del difusor esté integrada como parte de la carrocería, o que la medición ha de hacerse desde un punto en el que no se aprecia dicho exceso de altura. No obstante, la FIA no ha reconocido estos defectos de forma, sino que simplemente se ha limitado a declarar legales las piezas de la polémica, admitiendo que las quejas y denuncias del resto de equipos son admisibles.
Aunque también podemos pensar mal, y lanzar una hipótesis que, bien pensada, podría tener su sentido. Durante esta pretemporada, la F1 ha estado más en la cuerda floja que nunca por la crisis económica mundial. Al abandono de Honda, a punto estuvo de seguirle el de Toyota y la quiebra de Williams. De hecho, estos últimos sobreviven gracias a un adelanto de Bernie Ecclestone en concepto de los derechos televisivos de 2009. La Fórmula 1 no podía permitirse perder tres equipos de golpe. Una vez salvado Williams, y con reencarnación de Honda en Brawn GP, no es descabellado pensar que la FIA ha levantado un poco la mano, en lo que al reglamento técnico se refiere, con los tres equipos que más cerca han estado de abandonar la competición. Desde Red Bull aseguran que hace tiempo presentaron un difusor prácticamente idéntico al del Brawn, y les fue declarado ilegal. Aunque el equipo de las bebidas energéticas ha sabido hacer un monoplaza a la altura de las circunstancias igualmente, cosa que no han hecho los equipos grandes, lo sucedido con esa prohibición, y la legalización de los difusores de Brawn, Williams y Toyota, da que pensar.