Hoy tendrá lugar el Consejo Mundial de la FIA, donde podrá comenzar a vislumbrarse la luz al final del túnel en el que está metido la F1… o no. Todo dependerá de lo que suceda con Max Mosley, que en la jornada de ayer amenazaba con presentarse a la reelección a su puesto a finales de año.
Puede pasar absolutamente de todo, es lo único que a estas horas está claro. En las últimas horas se ha especulado con que Max Mosley podría dejar hoy mismo de ser presidente de la FIA, o como mínimo “sufrir” una pérdida de poderes. Sin embargo, ayer mismo el presidente de la FIA aseguraba que los equipos no podrán con él, amanzanado con presentarse a la reelección en los comicios que tendrán lugar a finales de año. Mosley: “Ningún presidente de la FIA podría permitir que todo esto quede sin respuesta. Estamos preparando acciones legales en caso de que sean necesarias para preservar los derechos de la FIA en su campeonato y para desaconsejar a cualquier equipo disidente de Fórmula 1 que participe en actos ilegales. Es un ataque contra el derecho de la FIA a regular el Mundial y, lo que es peor, un desafío directo a la estructura y al objetivo de la FIA”.
Otra de las posibilidades que circula por el ambiente es que los equipos podrían renunciar a la creación del campeonato paralelo, siempre y cuando Mosley se vaya. Está claro que el problema de los equipos es Mosley. Y también el de los aficionados a este deporte, ya que el máximo responsable reglamentario de la F1 actual tiene como único objetivo no levantarse del sillón presidencial. Y eso no beneficia a nadie salvo a él mismo y a todos los que le han votado en anteriores elecciones a cambio de algún que otro favor. Que el voto de la federación de automovilismo de cualquier país sin tradición automovilística valga lo mismo que el de Gran Bretaña o Alemania, por poner dos casos, es parte del legado de Mosley y un método creado para perpetuarse en el poder.
Por otra parte está Bernie Ecclestone, cuyo objetivo es no perder el juguete que tanto dinero le reporta cada año, la F1. Y por eso unos días parece que apoya a los equipos y otros a la FIA. Pero nada más lejos de la realidad, Ecclestone lo único que trata de evitar es la disección de la Fórmula 1, y poder para ello tiene. Aquí sus declaraciones de ayer “No pueden permitirse crear un campeonato que sea rival para la Fórmula 1 porque los grandes equipos, como Ferrari o McLaren, necesitan más a la F-1 de lo que la F-1 les necesita a ellos. El dinero no lo es todo y Ferrari debería dedicarse a intentar ganar el campeonato, ahí está el ejemplo de BrawnGP”.