No os alarméis con el titular pero un estudio de la publicación Otolaryngology – Head and Neck Surgery revela que los pasajeros de un descapotable podrían sufrir daños en los oídos por el ruido que se genera en la circulación.
La base del experimento ha sido realizada por Michael C.F. Smith y Philip Michael utilizando métodos muy simples: se han subido a diferentes cabrios y han medido el ruido que llega a ambos oídos del conductor mediante una aplicación para el Apple iPhone llamada DBMeter Pro. Con estos pocos recursos han llegado a interesantes conclusiones.
Circulando a 80, 96 y 113 km/ han registrado un nivel de decibelios de entre 86 y 87 de media con un pico máximo de 97 decibelios. Por otros estudios se sabe que a partir de 85 decibelios empieza a existir un cierto riesgo de daño auditivo, pero además estos investigadores han calculado que exponiéndose a 97 dB de sonido durante 15 minutos ya se producen daños reales.
Su conclusión es clara. Factores como la velocidad, el estado del asfalto y del tráfico o el tipo de coche influyen en la cantidad de ruido que llega al conductor del descapotable y, según estas circunstancias, pueden producirse daño en el oído debido al nivel de ruido. Para reducir este riesgo Michael y Philip aconsejan llevar las ventanillas cerradas aunque se tenga la capota recogida porque así se disminuye en gran parte el ruido que llega a los pasajeros.
Si te quieres proteger mejor cuando circulas con tu cabriolet tienes varias alternativas. La más agradable, dejar de sentir la brisa y el sol en la cara. La menos agradable pero mucho más segura, ponerte un casco de motorista.
Nuestros compañeros de Jalopnik han recogido, a modo comparativo, los decibelios que se producen en situaciones corrientes de tráfico. Por ejemplo el tráfico rodado convencional o el camión de la basura (en este caso van juntos) emiten un ruido de unos 80 dB. El paso del metro o de una motocicleta a unos 8 metros de distancia ya supera la barrera de los 85 dB.