España es el segundo país de la UE, sólo por detrás de Letonia, que más ha reducido el número de muertes en carretera en la última década, un 53 por ciento frente al 36 por ciento de media comunitaria. Entre 2001 y 2009, el número de víctimas por millón de habitantes se redujo de 136 a 58, que es una de las tasas más bajas de los Veintisiete, según los datos de la Comisión Europea.
En concreto, Letonia ha logrado reducir el número de fallecidos en un 54 por ciento, seguida por España (-53 por ciento), Estonia (-50 por ciento), Portugal (-50 por ciento), Francia (48 por ciento) y Lituania (48 por ciento). En contraste, en Malta y Rumanía han aumentado las víctimas un 31 por ciento y un 14 por ciento, respectivamente. En cuanto a las tasas sobre la población total, Reino Unido está muy por encima del resto, con sólo 38 muerte por millón de habitantes. Muy lejos aparecen ya Alemania y Malta (51), Finlandia (53), Irlanda (54) y Dinamarca (55).
A la vez que hacía públicos estos resultados, Bruselas ha aprovechado para plantear una nueva estrategia que baje a la mitad los fallecidos en accidente de coche de aquí a 2020 que se basa en siete objetivos: mejorar las medidas de seguridad en camiones y coches, hacer más seguras las carreteras, desarrollar vehículos inteligentes, reforzar la formación, aumentar los controles y prestar más atención a la reducción del número de heridos y a los accidentes de moto.
En 2009, más de 35.000 personas murieron en las carreteras de la UE. Además, se estima que por cada muerto, hay 4 personas que sufren lesiones en el cerebro o la médula espinal que provocan una discapacidad permanente; 10 heridos graves y 40 heridos leves. El coste económico para la sociedad es de 130.000 millones de euros al año, según los datos del Ejecutivo comunitario.
Una reducción del 40 por ciento desde 2001
La UE ya se ha marcado en 2001 el objetivo de reducir a la mitad el número de víctimas en accidente de tráfico para 2010. Esta meta no va a lograrse, pero se han realizado ‘progresos significativos’, según Bruselas. Así, el número de muertos ha caído en más de un 40 por ciento (frente a una disminución del 25 por ciento en la década anterior). Y la tasa de víctimas en accidentes de tráfico por millón de habitantes ha bajado de media de 113 en 2001 a 69 en 2009, cerca del nivel que tenían en 2001 los Estados miembros con mejores resultados (Reino Unido, Suecia y Países Bajos).
‘Cada día muere un centenar de personas en las carreteras de Europa. Hemos realizado avances importantes desde 2001 y hemos logrado salvar aproximadamente 80.000 vidas. Pero el número de muertos y heridos en accidentes de tráfico sigue siendo inaceptable’, ha dicho el comisario de Transportes, Siim Kallas.
La principal prioridad que propone el Ejecutivo comunitario para la próxima década es seguir mejorando las medidas de seguridad para vehículos. Entre 2011 y 2020 entrarán en vigor una serie de nuevas medidas de seguridad activa obligatorias. Entre ellas, sistemas de control electrónico de la estabilidad para coches, autobuses y camiones, sistemas de alerta de salida de carril para camiones y autobuses, sistemas de frenado de emergencia automático para camiones y autobuses o limitadores de velocidad obligatorios para vehículos industriales ligeros y camionetas.
Para los vehículos eléctricos, la Comisión presentará un paquete de medidas de seguridad. También examinará la posibilidad de ampliar la aplicación de sistemas avanzados de ayuda al conductor, como avisos anticolisión. Finalmente, Bruselas va a reforzar la legislación comunitaria sobre revisiones de los vehículos para facilitar el reconocimiento mutuo.
Carreteras más seguras
El Ejecutivo comunitario quiere también garantizar que las nuevas infraestructuras sean más seguras. Por ello, sólo se concederán fondos europeos a las carreteras que cumplan todas las normas de la UE de seguridad vial y de seguridad de los túneles.
En materia de tecnologías inteligentes, Bruselas propondrá nuevas especificaciones técnicas para facilitar el intercambio de datos entre vehículos y entre vehículos e infraestructuras. Por ejemplo, para permitir una información en tiempo real sobre los límites de velocidad, sobre los flujos de tráfico, la congestión, el reconocimiento de los peatones. También acelerará el despliegue del sistema de llamadas automáticas en caso de accidente y estudiará su ampliación a motociclistas, camiones pesados y autobuses. Para reforzar la formación de los conductores, la Comisión quiere introducir criterios mínimos para profesores de autoescuela o analizar la posibilidad de introducir periodos de prueba después del examen de conducir en los que se aplicarán controles más estrictos a los conductores con permisos nuevos.
El exceso de velocidad, las bebidas alcohólicas y no llevar el cinturón de seguridad son todavía las tres principales causas de mortalidad en la carretera, según Bruselas. Por ello, el Ejecutivo comunitario quiere reforzar los controles nacionales para garantizar que se cumple la normativa, ampliar las campañas de sensibilización, e introducir medidas preventivas, como sistemas que impidan conducir a profesionales que hayan bebido, por ejemplo en autobuses escolares.
Respuesta de los servicios de emergencia
La reducción del número de lesiones será una acción prioritaria clave para Europa para la próxima década. Para ello, se promoverá el intercambio de buenas prácticas entre los Estados miembros sobre respuesta de los servicios de emergencia a los accidentes y se analizará la posibilidad de instalar ‘cajas negras’ en los vehículos profesionales para mejorar las investigaciones sobre accidentes.
En cuanto a las motos, Bruselas estudia introducir medidas de seguridad adicionales, como por ejemplo instalación obligatoria de sistemas avanzados de frenos o faros de encendido automático; desarrollar normas técnicas sobre equipos de protección, tales como ropa, y estudiar la viabilidad de dotar a las motocicletas con airbag o incluirlo en la ropa de protección. Finalmente, podría ampliarse a las motos la legislación.