Ya no hay marcha atrás: el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha decidido permitir la venta de Chrysler al Grupo Fiat. En el último instante la operación había sido congelada después de que tres fondos de pensiones apelaran la decisión inicial alegando su ilegalidad, pero finalmente los jueces se han pronunciado a favor del pentágono. De esta forma Chrysler comienza a ver la luz al final del túnel, y se establece un precedente que podría evitar sustos similares a General Motors.