Desde luego, las cosas no empiezan del todo bien en la que tendría que ser la temporada del retorno a la pelea por el título para el nuevo Renault R29. De momento, el nuevo monoplaza que pilotará Fernando Alonso en 2009 parece que no ha superado los reglamentarios crash test de la FIA, aunque eso no alterará los planes de la escudería.
De hecho, Autosport ha desvelado que el monoplaza habría fracasado en dos de las tres pruebas que la FIA obliga a efectuar a todo nuevo monoplaza, y eso con la presentación del coche a la vuelta de la esquina (el próximo 19 de enero).
Al parecer, el R29 no superó las pruebas de choque frontal y lateral, e incluso se comenta que uno de los chasis empleados por Renault en una de esas pruebas quedó absolutamente destrozado. Desde el equipo, se reconoce que no se han pasado esos dos ensayos, pero se asegura que los ingenieros saben perfectamente los motivos y que ya se ha resuelto el problema.
La lectura positiva, de todos modos, es que Renault está intentando acercarse todo lo posible al límite en lo que a reducción de peso en el chasis se refiere, sobre todo teniendo en cuenta el peso añadido con el KERS esta temporada, y eso es, cuanto menos, una declaración de intenciones.
Por cierto, no hace tanto, en 2005, el R25 fracasó en su primer crash test lateral. Creo que no hace falta recordar cómo terminó el Mundial ese coche.