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“Tengo 77 años y he estado más del 40% de mi vida en la carretera conduciendo un SEAT”, explica Vicente Roda, un malagueño que por motivos laborales ha pasado más de 30 años al volante y que ha tenido un total de 12 modelos SEAT a lo largo de su vida. Vicente nos recibe en su casa de Alhaurín de la Torre para contarnos la vinculación vivida con sus coches y la carretera: la voz de la experiencia de quien conoce de primera mano lo que significa trabajar en ruta.

Este malagueño, ahora ya jubilado, pasó su vida laboral trabajando como inspector de maquinaria, hecho que le llevaba a hacer cada día muchos kilómetros, siempre en compañía de un SEAT. “No he conocido otro coche que no fuera SEAT. He tenido esta marca porque los vehículos me daban muy buen resultado y eran fáciles de manejar y acondicionar”, comenta Vicente. “Yo vivía literalmente en la carretera y el coche era una herramienta más de mi trabajo. Donde tuviera que ir, fuera el tipo de camino que fuera, el coche tenía que llegar” recuerda mientras rememora algunas anécdotas y explica cómo ha cambiado la red de comunicaciones en España en estos últimos años.

Vicente acumula infinidad de recuerdos de sus años al volante y confirma que en los años 60 y 70 el coche más popular en España era el 600: “Era un coche muy práctico para todos los que en aquella época vivimos la carretera. Muchas veces nos juntábamos a tomar café y comentábamos anécdotas de los coches y pequeños trucos para optimizar su rendimiento”, añade Vicente mientras bajamos al garaje de su casa a ver, precisamente, un 600 que aún conserva de su padre, una auténtica joya de casi medio siglo de vida que está restaurando. “Siempre he sido un gran aficionado al mundo del motor, lo que me gusta de mis vehículos es que durante muchos años sólo los tocaba y arreglaba yo. Mi familia me llamaba McGyver  porque cualquier avería que tuviera la podía intentar solventar yo mismo, con mis manos”, dice con una amplia sonrisa.

Justamente mientras rememora estos recuerdos, Vicente recibe la visita de sus tres hijos. No sabe que le aguarda una sorpresa de parte de la marca que le ha acompañado durante tantos años en el camino: SEAT le invita a conocer la colección de coches históricos de la compañía. Dicho y hecho, al día siguiente les recibe en la fábrica de Zona Franca de Barcelona Isidre López, responsable de la colección, para obsequiar a Vicente con un recorrido por la historia de la compañía y, por extensión, de la historia de la automoción en España.

Al finalizar, emocionado, Vicente comenta: “Para mí ha sido muy emotivo ver todos estos coches con los que crecí y gracias a los cuales pude desempeñar mi trabajo”. En su mente, una retahíla de recuerdos de sus 30 años en la carretera con sus SEAT.