MARIANO RAJOY
Camina a grandes zancadas braceando con paso decidido y con la cadencia que imprime a la cinta en la que hace ejercicio por las mañanas en Moncloa. Pero el gesto de llevarse las manos a los costados constantemente, denuncia en él cierta falta de seguridad.
PEDRO SÁNCHEZ
Se desabrocha la chaqueta para mostrar su vientre plano, cuando las cámaras de televisión le están grabando al moverse por los pasillos del Congreso. Con su sonrisa de circunstancias y su estatura, parece decir: ¡aquí estoy yo y quién es el primero que se atreve a toserme!
PABLO IGLESIAS
Si un experto en el manejo del Photoshop agregase dos colt del 45 a ambos costados, daría la impresión de estar a punto de “sacar” cuando, arremangado, en mangas de camisa y con las piernas abiertas, espera en la antesala de Zarzuela a ser recibido por el rey. Su foto, con los brazos extendidos en el respaldo del sofá y una pierna cruzada mostrando la suela de sus deportivas a pocos centímetros del presidente del gobierno, son la mejor muestra de su prepotencia y falta de cortesía.
Paco Costas