Sergio Marcchione – CEO del Grupo Fiat – comentaba hace más de un año que sólo mediante fusiones y compras se salvarían de la crisis los fabricantes de automóviles. “Put your money where your mouth is“, esta expresión anglosajona la ha cumplido el italiano, adquiriendo el Grupo Chrysler y empezando una ofensiva mundial de nuevos productos, necesaria para sobrevivir en un mercado competitivo. Otros tampoco pierden el tiempo, y se dice que la fusión del Grupo PSA y Mitsubishi es cercana.
La relación de colaboración entre los dos grupos ha sido muy beneficiosa y se ha materializado en los Citroën C-Crosser y Peugeot 4007, primos hermanos del Mitsubishi Outlander y el trío de eléctricos, Peugeot iOn y Citroën C Zero son copias del Mitsubishi i-MiEV. Aprovechando las sinergias todos ganan, PSA obtiene productos ya desarrollados y Mitsubishi incrementa su facturación. Se cree que en un futuro cercano, el Grupo PSA tomará una posición dominante en el accionariado de Mitsubishi.
Más que de una compra se habla de un intercambio de acciones, una fusión efectiva de ambos grupos. Se habla de que incluso podría haber un intercambio monetario, pero aún son especulaciones. La explosión de los rumores ha hecho caer la cotización de PSA un 3.6% en bolsa, mientras que el mercado ve como ganador a Mitsubishi, que ganaba un 7.5% ante la noticia publicada por Bloomberg. En Francia Renault también posee una alianza con Nissan, que ha resultado muy provechosa en sinergias técnicas.