Dos años son los que le queda de contrato a Valencia como sede del Gran Premio de Europa. Cada temporada el gobierno de Camps pierde más dinero, como ha reconocido, con la organización del evento (esto lo podían haber pensado antes, ¿verdad?) y la mezcla de una pista no muy atractiva de ver en vivo, con un entorno no del todo agraciado a nivel de cámara si lo comparamos con el espectacular Singapur o el Yas Marina, hacen que la segunda carrera española de la temporada no termine de brillar como se esperaba.
Tanto es así que, ante los crecientes problemas económicos del gobierno valenciano, Camps y compañía habrían tratado de convencer a Bernie Ecclestone para ceder su sitio como sede del GP de Europa en 2011 a otro circuito, presumiblemente Alacañiz o el Algarve, para que se haga cargo también de la cuota que cada pista paga a la empresa de Ecclestone.
Pero Bernie lo tiene claro: «No, y no se hable más».
Con un contrato firmado, a Camps solo se le plantean tres opciones: Intentar hacer cambiar de opinión a Bernie, rescindir el contrato pagando un dineral, o costear los dos años que quedan de contrato haciendo las carreras.
Y es que dos carreras de F1 en un país como España son complicadas, y más aún cuando teniendo un circuito como el de Cheste (vale, no es lo mejor para F1…) te metes en hacer un «Tour de Force» para crear un circuito urbano de la nada. Sentido no parecía tener, pero nos llenaron la cabeza con «la maravillosa cuantía de dinero que iba a generar». Ahora vemos que no es así… Y que se pierden millones y millones de euros públicos cada año.
Lo cierto es que unas instalaciones como las de Alcañiz serían mucho más propicias para una carrera espectacular, pero dudo que el gobierno aragonés y Motorland Aragón puedan asumir los costes de llevar la F1 allí… Y luego tenemos pistas como el A1 Ring reformado por Red Bull o Paul Ricard sin Gran Premio. ¿Cómo puede darse el caso de que España tenga dos carreras de F1 al año y Francia ninguna? Bien sencillo: Porque a lo que Bernie le interesa es tener billetes en el bolsillo, vengan de donde vengan.