A lo largo de la historia del automóvil, la labor de la innovación en el terreno de la seguridad siempre ha sido prioritaria. Por eso, durante todos estos años se han ido incorporando constantes avances que han mejorado sensiblemente el nivel de seguridad del vehículo medio.
Uno de los sistemas más importantes dentro del terreno de la seguridad activa es el Programa Electrónico de Estabilidad (ESP). Lanzado al mercado en 1995 de la mano de Bosch y Mercedes-Benz, a partir de noviembre de este año su implantación se ha vuelto obligatoria para todos los turismos vendidos en la Unión Europea.
Gracias a una legislación aprobada por la Unión Europea en junio de 2009, a partir de noviembre de 2014 todos los vehículos ya lo incorporan de serie, lo que supondrá un gran beneficio para la seguridad activa de los usuarios. Hasta noviembre, aproximadamente el 84% de los vehículos vendidos en Europa ya incorporaban ESP de serie, una cifra muy alta pero incuficiente para la UE. Gracias a este sistema electrónico, se calcula que se han evitado alrededor de 190.000 accidentes en Europa, lo que equivale a casi 6.000 muertes.
Esta nueva ley es aplicable a todos los vehículos de turismo, incluidos también los comerciales ligeros cuyo peso no supere las 3.5 toneladas. Repasando un poco el fundamento técnico de este sistema, recordamos que el ESP es un sistema autónomo que, mediante la utilización de diversos sensores repartidos en el coche, compara en tiempo real la trayectoria real del vehículo y la trayectoria demandada por el conductor (mediante sensores de giro y de aceleración).
Cuando las dos trayectorias dejan de ser iguales, ya sea por un subviraje (el vehículo tiende a seguir recto en una curva) o por un sobreviraje (el vehículo tiende a girar más de la cuenta debido al deslizamiento del eje trasero), el sistema actúa para devolver al vehículo a la trayectoria pretendida.
Este sistema se puede calificar como una evolución lógica de los sistemas ABS y ASR. El ABS es el sistema antibloqueo de frenos, que evita el blocaje de las ruedas en una frenada fuerte o sobre terreno deslizante, conservando la direccionabilidad del vehículo. El ASR, control electrónico de tracción, es el envargado de frenar las ruedas motrices en caso de que se produzca un deslizamiento de las mismas por exceso de potencia o por la aparición de un terreno más deslizante.
Fuente | Highmotor.com