No lo entiendo. Y llevo un rato pensando sobre la mala decisión tomada por Citroën para mantener fijas las ventanillas de las puertas posteriores del DS4. Si hay algo bueno en este tipo de carrocerías es precisamente esto, además de la mejora en el acceso a las plazas traseras.
En muchas ocasiones he criticado la apertura tipo «compás» de modelos como el Citroën C1, Peugeot 107, Toyota Aygo, Suzuki Alto y Nissan Pixo para las puertas posteriores, pero al fin y al cabo estamos ante modelos de bajo coste y se supone que algo de ahorro se saca de ello, pero en un producto «chic» no tiene sentido. Y es que para terminar haciendo esto, casi mejor habría sido dejarlo en un puro tres puertas, igualmente estilizado.
El intento por asemejarlo a un coupé en su vista lateral parece haber tenido la culpa y para mantener un diseño totalmente limpio se ha optado por dejar las ventanillas fijas. Observando el perfil del DS4, vemos que la puerta posterior por su forma no permitiría que bajase del todo, pero al menos sí hasta la mitad, más que suficiente para mejorar la ventilación en ciertas ocasiones (por ejemplo cuando van cuatro personas en su interior o para evacuar el calor en verano).
Es posible que me haya quedado algo anticuado y no lo consiga ver como un coupé o tres puertas tradicional con una ventaja adicional a la hora de acceder al habitáculo. Culpa mía o no, seguiré alabando soluciones tan interesantes como la del Mercedes CLK, que siendo un coupé no renunciaba a los cuatro elevalunas eléctricos.
Por último comentar que entre la moda de realizar techos panorámicos fijos en lugar de deslizantes y soluciones como la del DS4, parece que la claustrofobia podría terminar llegando a los pasajeros de los vehículos venideros, cada vez más encapsulados.