Con la comercialización del BMW i3 ya en marcha en nuestro país, BMW anunció que completaría la gama BMW i en el otro extremo del segmento con el cupé i8. Su comercialización está prevista para este año y hoy se ha hecho público su precio.
El primer vehículo híbrido enchufable de la marca y segundo modelo de la división i debutará en 129.900 euros. El que es también el primer BMW de motor central desde el M1, se sitúa por lo tanto en la misma franja de precio que el Porsche 911 Carrera S PDK de 400 CV (desde 125.226 euros) y más caro que el 911 Carrera de 349 CV (104.400 euros).
Galería: BMW i8
El precio cercano al de un Porsche 911 no se justifica tanto por sus prestaciones deportivas, sino por su elevado contenido tecnológico. Recordemos que el i8 es un 2+2 con un habitáculo (módulo Life) de polímero reforzado con fibra de carbono (PRFC) combinado con un conjunto propulsor, baterís, chasis, elementos de absorción de impactos y componentes estructurales integrados en el módulo Drive, de aluminio.
A pesar de ser híbrido, su peso en orden de marcha es inferior a 1.490 kg, un peso muy similar al del 911 que también roza los 1.500 kg. Y es que para el sistema híbrido plug-in, que necesita grandes baterías (de iones de litio y capacidad útil de 5 kWh concretamente), se ha optado por reducir el tamaño del motor de combustión.
Un motor de gasolina de 3 cilindros turbo de 1.5 litros y 231 CV para 320 Nm acciona las ruedas traseras vía un cambio automático de 6 relaciones, mientras que el motor eléctrico síncrono híbrido de 96 kW (o 131 CV) y 250 Nm se encarga de mover las ruedas delanteras a través de una caja automática de dos marchas.
Todo esta tecnología justifica el precio, pero el cliente potencial espera unas prestaciones, al menos similares a las de un 911. Y ahí BMW anuncia un potencia total de 362 CV con 570 Nm de par máximo y una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos (frente a los 4,6 segundos del 911 Carrera PDK). Claro que donde el i8 retoma la ventaja es en el consumo medio homologado: 2,5 l/100 km. Según BMW, con un depósito lleno y las baterías cargados a tope, la autonomía del i8 sería superior a los 500 km. Sería, en ese caso, superior a la de un 911.
Habida cuenta que de media un cliente de Porsche 911 se gasta algo más de 20.000 euros en opciones (datos de Porsche), el BMW i8 se acaba imponiendo como una alternativa mucho más tecnológica y original al 911. Al menos, en teoría. Ahora falta por ver si la clientela de un deportivo de ese nivel es sensible al concepto.