Abarth no fabricará ningún coche «grande», ya que va en contra de la política de la propia marca, y por tanto no piensa en un Abarth Bravo, ni para ahora, ni para la próxima generación del compacto italiano (que además, si no estamos mal informados, será un crossover, lo que complicaría también «deportivizarlo»).
Ya te dijimos hace un par de días que no habría un Abarth Panda, y además de todo esto, por si fuera poco, tampoco habrá, a corto plazo al menos, un deportivo biplaza de motor central por parte de la casa del escorpión. La verdad es que la historia resulta complicada y curiosa. Un proyecto que nació pensado para Abarth, que tiene diseño, bocetos y cierto grado de ingeniería ya desarrollada como es el del biplaza «anti-Lotus», primero vio cómo le salía un hermanito en la forma del Alfa Romeo 4C, y ahora ha visto cómo unos pocos meses después pasaba al «estado de cancelación».
Según nuestras fuentes, problemas de competencia en el mismo segmento dentro de la propia marca, unidos al precio de venta del coche y la capacidad productiva de Dallara a nivel de chasis han hecho que la gente de Abarth tenga que resignarse a no contar con este modelo.
La gran cuestión es si a medio plazo Abarth podrá tener un modelo «propio» más allá de los Punto y 500, basado, tal vez, como especulamos el otro día, en la base del futuro Alfa Spider de 2014, diseñado con motor delantero longitudinal, tracción trasera y estructura ligera.