Alrededor del 13% de las operaciones realizadas bajo el paraguas del Plan PIVE correspondieron a vehículos usados, lo que… supone que hasta la fecha unos 10.000 coches de ocasión se han acogido a las ayudas de 2.000 euros para la compra, según el análisis de la plataforma de vehículos en la red AutoScout24 a partir de datos del IDAE.
Estos datos evidencian el efecto dinamizador que este plan ha tenido sobre mercado de segunda mano, ya que de no haberse puesto en marcha, las ventas de vehículos de ocasión hubieran caído del orden de un 10%, es decir, tres puntos más, cerrando el año en el entorno de las 1.566.000 unidades.
El impacto de este programa sobre el mercado de VO es notablemente superior al de planes anteriores como el 2000E, el cual, a pesar de contar con mayor dotación presupuestaria y alcance, solo consiguió hacerse con el 7,7% de las operaciones de usados.
“Con la crisis el vehículo de ocasión parece haberse consolidado como una alternativa al vehículo nuevo por su buena relación garantía/precio. El PIVE de usados llegó en un momento en el que el interés del pueblo por estos coches era más real y la prueba está en que se han hecho el doble de operaciones con menos presupuesto y unas condiciones más restrictivas”, afirma el director general de AutoScout24, Gerardo Cabañas.
La plataforma recuerda que el Plan 2000E contemplaba unas ayudas de hasta 2.000 euros para aquellos que adquirieran un vehículo usado de hasta cinco años a cambio de entregar uno de más de diez. El Plan PIVE, que agotó su presupuesto en menos de tres meses, limitaba la edad del VO a un año mientras que el coche a achatarrar debía superar los doce.
Dicha web destaca también el impacto del plan sobre el rejuvenecimiento de la oferta de usados a la venta, ya que ha permitido eliminar del mercado buena parte de esos “vehículos de tercera mano” que, con más de 15 años y 200.000 kiómetros, se ofertaban a precios irrisorios por centenares de euros.
De hecho, la demanda de vehículos usados de hasta 300 euros se disparó en más de un 40% desde la puesta en marcha del PIVE al representar una ‘moneda de cambio perfecta’ para aquellos compradores que buscaban acogerse al Plan pero no contaban con un vehículo viejo de más de doce para achatarrar.
Por otro lado, el Plan PIVE ha contribuido también a que los precios del VO recuperen posiciones, aunque sin alcanzar todavía los niveles previos a la crisis que acabó por lastrar en una media de 3.000/3.500 euros los residuales de estos vehículos. Así, en enero el importe medio que marcaron los VO se situó en unos 12.660 euros, el mismo que un año antes y un 2,4% más que en diciembre de 2012.