439 coches por cada 1.000 habitantes es la media de Estados Unidos. La cifra por sí sola puede que no te diga nada, pero según un estudio publicado por The Atlantic, la práctica totalidad de los países de la Unión Europea supera esa cifra, llegando a hacerlo por un 50% en algunos casos.
Y lo que es más llamativo si cabe: el gasto energético medio de un ciudadano de Estados Unidos (y dentro de este gasto se contempla el gasto de combustible para su coche) dobla el de los países de la Unión Europea.
A partir de estos datos se pueden sacar muchas teorías y conclusiones, pero en EEUU se lo toman poco menos que como una «ofensa», ya que según ellos esto demuestra la decadencia de la clase media estadounidense respecto a la del otro lado del Atlántico, al tiempo que hace ver el despilfarro energético de su país.