Primero negó los rumores de separación y ahora el patrón de la F1 quiere evitar a toda costa el divorcio
Después de 24 años de convivencia y de poner a nombre de su esposa la mayor parte de su patrimonio y tejido empresarial, Bernie Ecclestone se ha propuesto salvar a toda costa su matrimonio, pese a que no habla con Slavica desde hace semanas y la ex modelo croata no ha mostrado ninguna predisposición a una reconciliación. El mes pasado, Slavica abandonó la mansión familiar en Chelsea, antes de que su agencia de relaciones públicas anunciara formalmente que había solicitado el divorcio. El patrón de la Fórmula 1, de 78 años (28 menos que su mujer) posee una de las grandes fortunas del mundo, estimada en unos 2.900 millones de euros, según la revista Forbes. La pareja tiene dos hijas, Petra, de 20 años y Tamara de 24.
¿Va en serio?
En declaraciones al ‘Daily Telegraph’ Ecclestone ha asegurado que está determinado a “que no haya divorcio” y apunta que “Slavica está viajando por India con unos amigos en este momento, pero cuando regrese vamos a hablar bien las cosas”. El magnate británico no suele comentar sus asuntos privados y de hecho cuando surgieron los primeros rumores y se dijo que su esposa se había ido de casa el fin de semana del GP de Brasil, Bernie lo negó y dijo que “se ha mudado unos días por los ruidos de unas obras vecinas”. En cuanto la representante de Slavica anunció la petición de divorcio, Ecclestone continuó con la farsa: “¿En serio? Bueno… ya veremos. Ni siquiera sabía que tenía una compañía de relaciones públicas.
Mira que enterarme por… tengo que averiguarlo”, espetó entonces. Sin embargo, la semana pasada no tuvo inconveniente en hablar de su separación durante la inauguración de la joyería Moussaieff de Londres, a la que su hija Tamara presta su imagen. Incluso comentó los planes de la familia en Navidad: “Seguramente iremos a Gstaad, dejaré que las niñas decidan”.