En Frankfurt el grupo VAG nos presentará otra interesante novedad: la desconexión selectiva de dos cilindros de sus motores 1,4TSI de cuatro pucheros. Esto los convertirá, por debajo de 4.000 vueltas, y ante bajas cargas, en motores bicilíndricos, lo que ayudará a reducir los consumos hasta en un litro a los 100 kilómetros (la homologación europea se reducirá en 0,4 litros según la gente de Volkswagen).
Gracias al uso extendido de esta motorización asociada al cambio DSG se conseguirá además maximizar el tiempo en el que el motor funciona por debajo de esas cuatro mil vueltas por minuto, lo que permitirá sacar el máximo partido a estas situaciones. Y cuando quieras aprovechar toda la potencia, bastará dar un «pretón» al gas para que los cuatro cilindros cobren vida y tengas la potencia (y el consumo) de siempre disponible.
Es la primera vez que vemos una solución de este tipo aplicada a un cuatro cilindros (al menos, la primera que recuerdo), aunque la desactivación selectiva de cilindros es protagonista en muchos V8, como los del SLK55 AMG de Mercedes-Benz.