¿Recuerdas que te contamos que James May se iba a construir una casa a base de LEGO, a tamaño real para vivir en ella unos días? Pues el caso es que el presentador de Top Gear parece que tuvo éxito con la construcción, pero no con «la licencia de obra». La creación constaba de 3,3 millones de piezas de LEGO, que han sido ahora donadas a la caridad, y la idea original de May era sobrevivir dentro de ella, tras transportarla a Legoland, en Windsor (por cierto, muy digno de visitar).
El caso es que «por problemas logísticos», Legoland no podía acoger la casa de May, así que el equipo de productores se encontró con una casa montada, y lista para entregar, pero sin lugar donde ubicarla, al tiempo que la cesión del terreno donde se construyó se iba agotando. ¿Solución? Derribarla… Una pena, aunque nos quedamos ansiosos con ganas de ver el programa de TV de May para ver la historia completa.
Por cierto, compañeros de Autoblog se preguntan si también el WC sería de Lego… ¿Tú qué crees?