Para nuestro vehículo existen diferentes tipos de neumáticos según el uso que hagamos de él y por donde circulemos.

Generalmente en nuestro país, por unas temperaturas más o menos benevolentes, en muchas zonas, no es necesario hacer uso de neumáticos de invierno, con los habituales de verano debería ser suficiente, ya que aguantan bien hasta temperaturas cercanas al 0, donde la goma/caucho se endurece y pierde parte de sus facultades de adherencia.

Pero, sin duda donde son muy efectivos y, por qué no decirlo, casi obligatorios, es en zonas donde la nieve es habitual en otoño/invierno.

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El funcionamiento de los neumáticos de invierno es sencillo, seguramente habrás visto más de uno o incluso los has llegado a usar, sorprende lo bien que funcionan en situaciones climáticas adversas como nieve o hielo en la calzada. Gracias a que son más flexibles a temperaturas bajas de los 7 grados por ciertos compuestos en su construcción, favorecen en una mayor adherencia, justo todo lo contrario que les sucede a los de verano.

También cuentan con un diseño en su banda de rodadura muy estudiado para una perfecta evacuación de agua, hielo y nieve. Dicha banda de rodadura con las pequeñas hendiduras que dispone, literalmente muerde y arranca de la calzada el hielo o la nieve. Permitiendo que el coche sea capaz de traccionar en zonas de muy baja adherencia.

Probablemente si resides en una zona fría, con tendencia a que nieve habitualmente, serás ya  conocedor de muchas de las marcas actuales del mercado. O simplemente eres profesional y tu medio de vida es tu taller, donde vendes este tipo de neumáticos a tus clientes, y ya los has probado todos, aunque seguramente no todos, siempre puedes contactar con el distribuidor de neumáticos para talleres Neumáticos Soledad contando con una nueva marca en tu taller y para tus clientes. Un amplio abanico de marcas hará que tus clientes, tanto nuevos como los de toda la vida quieran probarla.

Muchos usuarios de coches piensas que los neumáticos de invierno son solo eso, para el invierno, y que tan solo son efectivos con nieve o hielo. Para nada, su funcionamiento en agua, con mucha agua, es mejor que el de los neumáticos de verano, o los que se llaman todo tiempo que se quedan entre dos tierras.

Si decides montar unos neumáticos de invierno puedes circular con ellos gran parte del año, naturalmente si lo haces en Sevilla en pleno verano a más de 40 grados a la sombra, su deterioro será mayor que si lo haces en una zona fría. Del mismo modo si haces uso de unos neumáticos de verano en los pirineos con todo muy nevado, no podrás ni mover el coche de donde está estacionado.

Siempre puedes optar por la opción de tener dos juegos de llantas, unos de verano y otros de invierno, de este modo tu vehículo siempre estará adaptado al terreno. Es algo muy usado en zonas frías con un estupendo resultado.

Si nunca has probado unos neumáticos de invierno y aun sigues lidiando con las cadenas cada vez que caen cuatro copos, el día que pruebes este tipo de ruedas no querrás otras para el invierno, la alta seguridad que proporcionan en la conducción y a su conductor es muy alta.

Se conduce mucho más relajado y tranquilo, sabiendo que todo está bajo control. Si puedes probarlo, no te lo pienses, hazlo.