Un microscopio electrónico que se utiliza en los centros de investigación más avanzados del mundo y en las series policíacas.
Es el equipo que se usa en el departamento de Calidad de SEAT para certificar la calidad y durabilidad de los materiales. Estas son algunas de sus curiosidades de esta tecnología, única en sus características dentro de la industria automovilística española.
-Hasta el ADN del coche: El microscopio electrónico tiene una resolución superior a los 100.000 aumentos, llegando hasta el nanómetro; lo que significa que con él se pueden llegar a analizar partículas del tamaño del ADN.
-Materiales bajo lupa: Cualquier tipo de material que componga el vehículo puede ser analizado en el microscopio, como metales, tejidos, plásticos o pinturas. La finalidad de estos test es confirmar que los componentes no tienen impurezas imposibles de detectar a simple vista y así poder alargar la vida útil de las piezas. Además, se evita que un coche pierda el brillo con el paso de los años.
-Fina como un cabello, resistente como una roca: En el caso de pinturas, los estudios con microscopía analizan las diferentes capas del coche (menores de 0,12 milímetros). De esta manera, se asegura que la carrocería no se desconche, por ejemplo, ante impactos de piedras.
-Colores en armonía: Con los tests también se garantiza que todas las piezas del coche tengan el mismo tono y que una vez juntas haya armonía entre ellas. La percepción del color es algo subjetivo, pero gracias a estos análisis científicos, el cliente puede comprobar por sí mismo que parachoques, puertas y capó tienen el mismo color.
-Para todas las luces: Además, la luz del mediterráneo no es la misma que la del norte de Europa. Tampoco es igual a las 12 del mediodía que a las 6 de la tarde. Por eso, gracias a estas tecnologías se certifica que el tono se aprecie siempre tal y como ha sido diseñado y que se mantenga brillante y como nuevo durante más tiempo.