Los bancos y cajas de ahorro rechazan el 60 por ciento de las solicitudes de crédito que reciben para la compra de un coche, según afirma UGT, que considera que este es el verdadero problema que padece la industria automovilística. El sindicato asegura que la mayoría de los expedientes de regulación de empleo (ERE) presentados en el sector, todos de carácter temporal, no suponen ninguna catástrofe. En este sentido, señala que de los 24.163 trabajadores afectados por los ajustes, el 94,15 por ciento sólo estará inactivo 75 días.
Para la federación de Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT son necesarias medidas de carácter horizontal para facilitar la circulación de capital vía préstamos y créditos. Asimismo, dice que es imprescindible la intervención del Ejecutivo ante las políticas emprendidas por otros Estados, que ponen en peligro las fábricas instaladas en España por decisiones de las casas matrices.
Rogelio Mena, responsable del sector en la federación de MCA, no cree que haya crisis en la fabricación de coches. Recuerda que se trata de una actividad que da empleo a 72.000 trabajadores. A su juicio, no está justificado «crear una alarma social sobre los fabricantes de automóviles».
La preocupación, según Mena, gira en torno al comportamiento de los mercados exteriores, puesto que España exporta el 84 por ciento de los vehículos producidos y en componentes (empresas auxiliares) el 52 por ciento. En consecuencia, «conviene vigilar cuáles han sido o pueden ser las repercusiones de la crisis financiera internacional en Francia, Alemania, Reino Unido e Italia».
MCA reconoce, no obstante, que el agravamiento del deterioro económico, que no ha tocado fondo y que previsiblemente se agudizará en los próximos meses, sí tiene otros efectos laborales negativos, con independencia de los ERE presentados. Así, las empresas, como prevención, no renuevan las colocaciones suscritas con los trabajadores eventuales y cancelan sus contratos con las empresas de empleo temporal.
