En primer lugar, vamos a aclarar la sopa de letras. El DOE es el Departamento de Estado de Energía de los Estados Unidos, y es el encargado de gestionar el programa de ayudas al desarrollo de automóviles propulsados por energías alternativas. Ante este departamento, Chrysler ha presentado su último programa, de 448 millones de dólares (unos 342 millones de euros) para electrificar parte de su gama. De todo el montante del proyecto, si el DOE lo aprueba, la inversión se dividirá en partes iguales entre el propio DOE y Chrysler (o mejor dicho, la nueva Chrysler renacida de la bancarrota en manos de Fiat).
Dentro del plan se contempla la creación de unas nuevas instalaciones en alguna población de Míchigan, con capacidad para fabricar hasta 20.000 coches anualmente. Los modelos que deberían salir de esta planta serían el Town & Country híbrido enchufable, un Dodge RAM híbrido enchufable, y finalmente, un Town & Country 100% eléctrico. En los planes iniciales se prevé fabricar 100 unidades de cada uno de los híbridos, y 165 unidades del eléctrico puro. Desconocemos qué será de los planes del 200C eléctrico y otros proyectos recogidos en el programa ENVI original, pero al menos, el primer paso parece ir tomando forma.