Una de las soluciones que se ha venido comentando en los últimos meses para salvar a Chrysler del colapso era la de vender alguno de sus activos estratégicos de mayor valor, concretamente la marca Jeep. Pero Tom LaSorda acaba de salir al paso negando los rumores que decían que ya habían comenzado las conversaciones para buscar un nuevo dueño para Jeep.
También se ha comentado que Chrysler estaría escuchando alguna propuesta informal por parte de fabricantes asiáticos para la compra de equipamientos de producción que ya no utilizan. LaSorda decía sobre este tema que todavía no tienen una propuesta formal sobre la mesa, pero que de llegar la considerarían, ya que están estudiando desprenderse de todos aquellos bienes que no les producen beneficios.
En todo caso, y si hacemos uso de la lógica empresarial, sería poco menos que un suicidio para Chrysler el vender la marca Jeep, siendo esta su mejor garantía de supervivencia. Las cosas pintaban muy mal a final del año pasado para la más pequeña de las tres de Detroit, pero si es capaz de lanzar un producto como el 200C EV a corto plazo, puede que no tengamos que llorar su desaparición.