Si quieres vender en China, has de aprender a amoldarte a las peculiares exigencias del gobierno; una serie de normas, algunas escritas y otras no, que están sujetas a cambiar en cualquier momento. Probablemente ya sabes que si un fabricante extranjero quiere asentarse en el país de la Gran Muralla, sólo puede hacerlo estableciendo una sociedad conjunta en colaboración con un fabricante local al 49%, y ahora, se podría sumar una nueva imposición para favorecer la industria local: los fabricantes foráneos que quieran aumentar su cupo de producción, deberán establecer una nueva marca china de bajo coste.
Aunque en un principio esta podría parecer una idea para impulsar el crecimiento de la industria automovilística, la razón última es algo más retorcida. No sólo las compañías extranjeras deberían crear una marca local y proporcionarle el 30% del aumento de producción solicitado a las autoridades, sino que además, estas nuevas firmas serían co-propietarias de las tecnologías utilizadas. Esta medida se suma a la propuesta de exigir a los fabricantes extranjeros que compartan sus tecnologías híbridas y eléctricas con las firmas nacionales como condición para poder vender vehículos de este tipo en el mercado chino.
Por el momento esta ley no es oficial, pero según el Financial Times, varios fabricantes han declarado que la exigencia de crear nuevas marcas está apareciendo durante las negociaciones para ampliar factorías existentes o levantar nuevos centros de producción. Curiosamente, General Motors lanzó hace muy poco tiempo Baojun (en la foto, el 630, su primer modelo), una nueva marca de bajo coste compartida con SAIC y Wuling, mientras que Volkswagen ha hecho público que negocia con FAW y SAIC la creación de nuevas firmas para el mercado interno.