El exitoso motor 1,8 TFSI de Audi tiene un sustituto, y se llama exactamente igual: 1,8 TFSI. El bloque original pudimos exprimirlo en una ocasión concreta, durante la prueba del Audi A3 Cabrio, y por entonces ya nos pareció un motor «plano y lleno en toda la gama del cuentavueltas». Pues bien, su sucesor promete más de lo mismo, pero en cotas muy superiores.
Y es que basta mirar la ficha técnica para quedarse alucinado. Ofrece la potencia máxima (+10 CV) a sólo 3.800 vueltas, una cifra que sería normal en un motor diésel, pero que es completamente extraña a un motor de gasolina, típicamente asociados a giros mucho más rápidos. El par máximo es de 320 Nm, y está disponible, según Audi, de manera ininterrumpida entre las 1.400 vueltas y las 3.700, con lo que se ofrece entrega desde prácticamente el momento de echar a andar hasta que se alcanza la potencia máxima.
Y si te has quedado sorprendido con el punto de entrega de potencia, los 5,7 litros de consumo medio que homologa con unas emisiones de 134 gramos de CO2 de media por kilómetro.
Todas estas cifras se consiguen gracias a un sistema doble de inyección, directa e indirecta, que trata de solucionar los problemas de funcionamiento del motor a bajas cargas, con bajas velocidades en el flujo de mezcla en la cámara de combustión que tienen los motores de inyección típicamente directa.
La indirecta, que sopla en el colector de admisión, como toda la vida, justo delante de la válvula de admisión, permite controlar mejor la mezcla, y conseguir resultados óptimos en todo el rango del cuentavueltas.
¿La gran duda? La respuesta real del motor, el tacto. Viendo la tabla de potencia y par, y la curva de entrega del motor, uno está ante un motor «típicamente diésel», que será menos tosco, más «gasolina», pero… tener la potencia máxima a 3.800 vueltas y una curva de par tan plana, dan la sensación de que va a tener también «tacto diésel» en cuanto a la sed de cambio de marchas, sin ganas de estirarse hasta las 6.000 vueltas por minuto.
Asociado a un cambio DSG y con idea de un coche de viajes largos, o trayectos sin exigencia deportiva, seguramente sea uno de los mejores gasolina turbo del mercado por respuesta en bajo y medio régimen, y consumo, pero tendremos que probarlo para ver si luego, cuando te pones las pilas, puede girar arriba y hacerte erizar el vello como debe hacer un gasolina.