Lo odies, lo ames o simplemente lo toleres, el Focus 2011 es toda una revolución para Ford. Con su llegada a las cadenas de montaje, el óvalo azul dispone por fin de un modelo genuinamente global, pensado para las carreteras de todo el mundo desde su misma concepción y capaz de ser comercializado en cualquier país sin costosos procesos de adaptación (el Fiesta podríamos considerarlo global a medias, puesto que tuvo que fue modificado sensiblemente para homologarlo en EEUU).
Hoy, precisamente, ha salido de la línea de producción de Saarlouis la primera unidad europea. La planta alemana ha sido adaptada para poder fabricar las tres carrocerías del modelo (sedán, hatchback -ST incluido- y familiar), con la posibilidad de sacar hasta 1.850 vehículos al día en tres turnos. Al mismo tiempo, en las instalaciones de la Michigan Assembly Plant ya están rodando las primeras unidades para Norteamérica, sustituyendo el espacio que anteriormente ocupaban en su aparcamiento los Ford Expedition y Lincoln Navigator.
Para mediados de 2011, el nuevo Focus también será montado en San Petersburgo, Rusia; Chongquig, China; y Rayong, Tailandia.