En Invierno es muy frecuente que por las mañanas los coches que duermen en la calle aparezcan cubiertos de rocío, escarcha, o hielo si vives en un lugar con el suficiente frío nocturno. Lo cierto es que no es nada agradable bajar a la calle con las prisas, encontrarte con los cristales cubiertos de hielo y tener que limpiarlos, llegando tarde al trabajo con frecuencia. Por supuesto, hay diferentes maneras para solucionar esta incómoda situación con mayor o menor éxito, vamos a analizar algunas alternativas.
El primero de ello es un clásico, el cristal de nuestro coche está helado y no tenemos nada a mano para limpiarlo. Usamos una caja de un CD o una tarjeta de plástico para raspar el hielo del parabrisas. No es que sea un mal sistema pero es extremadamente lento despejar un mínimo resquicio por el que simplemente ver la carretera, podemos dañar la tarjeta o el CD y tampoco es nada bueno para nuestras manos, ya que nos hemos olvidado de bajar los guantes a la calle.