La cifra de muertos en accidentes de tráfico en las carreteras españolas durante el año pasado fue de 1.897, lo que supone un 13 por ciento menos que en 2008 y la primera vez que desde 1964 se cierra un año con menos de 2.000 muertos, ha anunciado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El dato supone que han muerto 283 personas menos que el año pasado y se suma a la tónica de reducción de la mortalidad en las carreteras por sexto año consecutivo, según recoge el Balance de Seguridad Vial de 2009 presentado por el ministro y el director general de Tráfico, Pere Navarro.
La cifra corresponde a los fallecidos en el momento del siniestro o en las 24 horas siguientes y no incluye a los muertos entre 1 y 30 días después del accidente ni a las víctimas mortales en vías urbanas.
Según ha dicho el ministro, la explicación de este descenso se debe a que ‘los españoles conducen mejor, son más precavidos, conducen pensando en la seguridad y son más prudentes’.
Rubalcaba ha destacado que por primera vez en 45 años el número de fallecidos en carretera se sitúa por debajo de 2.000, y ha recordado, no obstante, que en 1964 había un parque de vehículos de 2 millones, mientras que en 2009 hay 31 millones.
El pasado 2009 hubo 1.690 accidentes con víctimas mortales frente a los 1.928 siniestros registrados en 2008 y comparativamente en los últimos seis años se ha registrado un descenso del 52,5 por ciento, al pasar de 3.993 muertos en 2003 a 1.897 muertos en 2009.
Objetivo cumplido
Con este descenso ‘importantísimo’, ha recalcado el ministro, se ha cumplido un año antes el objetivo de la UE de reducir en un 50 por ciento las víctimas mortales en 2010.
Rubalcaba ha destacado además que en 2009 ha habido cinco días sin víctimas mortales, un dato que se registra por primera vez pues, según ha dicho el ministro, desde que hay registros informatizados de la siniestralidad en las carreteras españolas sólo ha habido cuatro días durante la última década en los que no se han registrado fallecidos.
La media de personas que fallece diariamente en accidentes en carretera ha descendido de 11 muertos en 2003 a 5,2 en 2009, es decir ‘hay 6 fallecidos menos cada día en España’.
Además, ha subrayado que la cifra de automóviles ha aumentado en un 24 por ciento y la de conductores en un 21 por ciento, mientras que los desplazamientos de vehículos han crecido un 0,8 por ciento.
El titular de Interior ha señalado que ‘si todo hubiera seguido igual’, teniendo en cuenta los datos de siniestralidad desde el año 2000 (con 4.241 muertos) hasta 2009 (1.897), habrían fallecido en las carreteras 7.419 personas más, que, ‘por suerte, no tienen ni nombre ni apellidos, ni cara, ni ojos’.
La siniestralidad se ha reducido en todos los tramos de edad y de modo más acusado el grupo que va hasta los 14 años, con una disminución del 68,6 por ciento, y entre los jóvenes de 15 a 34 años, que ha descendido un 64,6 por ciento.
Para Rubalcaba, estos datos indican que los jóvenes ‘son más sensibles’ y que su respuesta a las nuevas políticas de seguridad vial ‘ha sido más positiva’, lo que ha valorado Rubalcaba porque ‘son los futuros conductores’.
También ha disminuido el número de fallecidos en accidentes de motocicletas: en 2008 ha habido 307 muertos frente a los 283 del último ejercicio, un descenso que el ministro ha atribuido a la puesta en marcha del Plan de Seguridad Vial de Motos en 2007, fecha desde la que se ha producido una disminución del 33 por ciento.
Velocidad, alcohol y el cinturón de seguridad
Asimismo, la reducción se extiende a los fallecidos que no llevaban puesto el cinturón de seguridad (en 2009 un 21 por ciento frente al 39 por ciento de 2003), a los que no utilizaban casco (un 3 por ciento se registró el año pasado mientras que en 2003 fue del 11 por ciento) y a los que han dado positivo en alcoholemia (del 4,2 por ciento en 2003 se ha bajado al 1,8 por ciento en 2009).
Los fallecidos por exceso de velocidad han experimentado un ‘descenso drástico’, de forma que en 2003 hubo un 6,8 por ciento y el año pasado un 0,4 por ciento.
Rubalcaba ha valorado las medidas puestas en marcha para reducir la siniestralidad y ha asegurado que las líneas de trabajo para 2010 no van a ser ‘muy distintas’ y van a ir encaminadas a reducir los tres ‘enormes peligros’ en la carretera: velocidad, alcohol y el cinturón de seguridad.
‘Queda mucho por hacer cuando se habla de tantos muertos y heridos en las carreteras’, ha indicado el ministro, que ha añadido que la nueva Ley de Tráfico ayudará a mejorar la seguridad, así como el trabajo con los Ayuntamientos, pues se pretende extender el trabajo realizado en las carreteras a las ciudades.