No es la primera vez que oímos rumores del interés de BMW por hacerse con el control de Volvo, pero la necesidad de Ford por vender activos del grupo para tener líquido con el que afrontar la crisis hace reabrir todos los frentes. A la puesta en venta de sus acciones de Mazda, parece que la marca del óvalo también quiere añadir la busqueda de un nuevo dueño para la marca sueca.
Y ya se sabe que cuando el río suena, agua lleva. Habrá que estar atento a los futuros movimientos de BMW. Las dudas viene de cómo posicionaría la marca alemana a la sueca, al ser ambas «premium» y tener productos ciertamente solapados. Y es que los movimientos que en su día se hicieron los de la marca bábara con Rover no dan buenos presagios para la empresa sueca. Os seguiremos informando.