Un importante recorte de la oferta mundial de crudo, una de las mayores de la historia, se prepara desde hoy en Orán, donde la OPEP ha invitado a competidores como Rusia a participar en la reunión extraordinaria convocada para el miércoles.
El presidente en ejercicio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) , el argelino Chakib Jelil, y el secretario general, el libio Abdalá El-Badri fueron hoy los primeros responsables del grupo en llegar a la ciudad argelina.
En sus declaraciones a los periodistas que les aguardaban en el hotel donde se alojan y donde se celebrará la 151 conferencia ministerial de la OPEP, ambos coincidieron en que los productores acordarán un recorte sustancial de los suministros al mercado.
Irán ha pedido una rebaja de entre 1,5 y 2 millones de barriles diarios (mbd) y Kuwait habló de 2 mbd.
Pero en Orán, ni El Badri ni Jelil quisieron dar hoy cifras, aunque ambos reconocieron que será «un recorte considerable».
’La situación es muy difícil y tenemos que actuar’, dijo el secretario general.
Por su parte, Jelil, quien es también ministro de Energía de su país y por ende anfitrión de este encuentro, señaló esta tarde que ya hay consenso para una severa reducción de la cuota de producción.
Esa cuota de la OPEP, que no incluye los bombeos de Irán e Indonesia, está fijada en 27,3 millones de barriles diarios (mbd) desde el 1 de noviembre, después de ser ya recortada dos veces desde septiembre, por un total de 2 mbd.
Sin embargo, esas reducciones no han surtido hasta ahora el efecto deseado de frenar la abrupta caída de los petroprecios, que desde julio pasado, cuando batieron valores récords cercanos a los 150 dólares por barril, perdieron cerca del 70 por ciento.
Jelil estimó no obstante que el cumplimiento de los países miembros con esos recortes es «bastante bueno», pues supera el 75 por ciento, y sin ellos las cotizaciones hubiesen caído aún más.
«No sé dónde estarían los precios sin los recortes», dijo. Ante la necesidad de continuar tomando medidas, los países de la OPEP han instado esta vez a sus competidores a unirse en el esfuerzo que supone vender menos cuando los precios también son menores.
En respuesta, Rusia, Azerbaiyán, Siria y Omán envían sendas delegaciones que llegarán mañana a esta ciudad mediterránea.
Especialmente Rusia, que se disputa con Arabia Saudí el primer puesto como productor mundial de crudo, ha despertado una gran expectativa en los mercados al enviar en los últimos tiempos claras señales de querer estrechar sus relaciones con la OPEP.
«Esperamos de los (productores) ‘no-OPEP’ una disminución real de la producción. Queremos una solidaridad efectiva, que el esfuerzo se comparta», dijo Jelil, quien incluso abogó porque Rusia se integre en la OPEP como miembro de pleno derecho, ya que ello elevaría el control de la organización sobre la producción mundial, del 40 hasta más del 50 por ciento.
De todas formas, el presidente destacó que Moscú envía a Orán una delegación de alto nivel, encabezada por el viceprimer ministro, Igor Sechin, y el ministro de Energía, Serguei Shmako. «Esperamos que su decisión esté a la altura de la representatividad de la delegación», señaló.
En Moscú, el presidente de la petrolera Lukoil, Vaguit Alekpérov, quien también integrará la delegación de su país en la reunión de la OPEP, dijo que la organización pidió una rebaja de la extracción del crudo ruso de entre 200.000 y 300.000 barriles diarios, y se comprometió a que Lukoil asumiría una parte de ese supuesto recorte. La OPEP afronta un año difícil, pues aspira a retirar del mercado, en varias etapas, 400 millones de barriles diarios con el fin de conseguir una recuperación de los precios del petróleo hasta 75-80 dólares por barril.
Para ello, prevé reunirse con más frecuencia en 2009 y probablemente convocará el viernes otra reunión extraordinaria que se celebrará antes de la conferencia regular prevista para marzo.