Como bien sabéis, General Motors puso en «análisis estratégico» a su marca Saab a finales del año pasado, mientras luchaba por conseguir que el gobierno de los EEUU le otorgara una ayuda sin la cual veía muy negro su futuro. En aquel momento quedó claro que la General buscaba un nuevo dueño para Saab, en un movimiento un poco político, ya que quería hacer una muestra de que los recursos que pudiera conseguir de los Estados Unidos se gastarían en los Estados Unidos, y no en la marca sueca.
Los meses han pasado, y de acuerdo a varias informaciones, GM no encuentra un candidato para hacerse con el control de Saab. La ayuda ofrecida por el gobierno sueco tanto para Saab como para Volvo arroja un poco de esperanza al tema, en todo caso. Si las previsiones de GM de poder volver a los números negros a corto plazo se cumplen, dicha ayuda estatal sueca podría servir para mantener viva a Saab durante un tiempo mientras sigue buscando un «nuevo padre», o GM se decide a quedarse con ella, aunque de acuerdo con varios rumores, el cierre podría ser una de las soluciones si no aparece un candidato adecuado.
Lo negativo del asunto es que mucho me temo que no veremos ni el 9-1, ni nueva generación del 9-5 o del 9-3 en un buen periodo de tiempo.