La conducción implica una serie de técnicas y más cuando se circula en terrenos deslizantes con carreteras nevadas y con placas de hielo. A continuación, te damos los ocho trucos básicos para conducir de forma segura sobre este tipo de condiciones. El Director de la Escuela de Conducción sobre nieve y hielo ha sido nuestro maestro.
La conducción sobre cualquier tipo de superficie requiere una serie de habilidades, y más cuando la carretera puede tener gravilla, estar mojada, nevada o con placas de hielo. Por ello, para conocer los trucos básicos sobre la conducción en nieve asistimos a uno de los cursos que imparte Audi.
El Director de la Escuela de Conducción y Seguridad de Audi, Nacho Pérez, fue nuestro instructor. Éstos son los ocho trucos básicos para conducir de forma segura sobre nieve.
1.- Neumáticos adecuados
Desde Audi nos aconsejan que el primer paso básico para conducir sobre nieve (y sobre cualquier tipo de superficie) es tener el neumático adecuado. El más recomendable para carreteras nevadas es el denominado de invierno, el cual tiene mucha mayor adherencia al terreno, además de ofrecer un mejor agarre a la hora de frenar y acelerar. Con este tipo de neumáticos sí que es compatible llevar conectado el ESP. En el caso contrario, si disponemos de unos neumáticos que no son de invierno, tendremos que poner cadenas. En este caso, lo mejor es desconectar el ESP, pues éste está diseñado para funcionar correctamente con una superficie de agarre constante (el neumático de invierno sí ofrece ese continuidad en el agarre) mientras que con unas cadenas metálicas, éstas aportan mayor altura y anchura al flanco de la rueda y hacen que ésta gire a menor velocidad. Una de las premisas en las que se basa el ESP es precisamente la rapidez con la que giran las ruedas, y con unas cadenas el ESP está percibiendo constantemente una variación continua, por lo que siempre manda información para frenar. Esto puede resultar incómodo y, lo que es más importante, puede repercutir en un calentamiento excesivo de los frenos.
2.- Anticipación visual
La vista es el factor que más nos limita a la hora de conducir. En curvas, por ejemplo, lo básico es anticiparse visualmente y buscar la salida de la curva y no la dirección a la que va la parte delantera del coche. La anticipación visual hace que de forma inmediata también adaptemos la velocidad a las circunstancias.
Neumáticos de invierno, los más adecuado para la nieve.
Neumáticos de invierno, los más adecuado para la nieve.
3.- Suavidad en la conducción
Evita cualquier tipo de maniobra brusca (fuerte frenada, fuerte aceleración, giro excesivo del volante, etc). La suavidad en la conducción incide directamente en la calidad de la conducción.
4.- Frenar
Lo más recomendable en el caso de que tengamos que frenar, es utilizar el propio motor para detener el coche. En el caso de que tengamos que pisar el pedal del freno, hacerlo siempre con las ruedas rectas. Si frenamos con las ruedas giradas lo único que hacemos es perder aún más el control de la situación.
5.- Tomar curvas
A la hora de tomar curvas, nunca girar más de lo debido el volante. Un ángulo de giro excesivo en el volante provoca inmediatamente la aparición del subviraje, es decir, el coche empieza a derrapar del tren delantero. En ese instante, girar menor el volante sirve para que el coche gire más.
6.- Acelerar
El pedal del acelerador, al igual que el del freno, hay que usarlos con mucha delicadeza. Por ejemplo, al salir de una curva hasta que notamos que el coche no patina de ninguna de las ruedas, no es el momento idóneo para acelerar.
7.- Conducción con ESP
Ya hemos anticipado que resulta crucial llevarlo conectado con neumáticos de invierno. Exige cierta destreza, ya que de forma habitual siempre solemos girar más de lo debido el volante. No es preciso, con girar levemente el volante, el ESP se encarga del resto.
8.- Reacción adecuada
El Director de la Escuela de Conducción y Seguridad de Audi vuelve a hacer hincapié sobre el factor de la anticipación visual para llevar a cabo una reacción adecuada. Se insiste en que nunca hay que mirar el lado al que va el coche (en este caso, por ejemplo, el guardarrail en un subviraje en una curva), sino buscar la reacción idónea, en este caso, buscar la salida de la curva.