El director de BMW, Mario Theissen, confirmó los peores pronósticos, que apuntan a una ‘judicialización’ del Gran Premio de Australia
La polémica acerca delos difusores traseros de BrawnGP, Williams y Toyota se ha ido recrudeciendo durante las últimas semanas. Finalmente, tal y como se preveía, la disputa terminará en un enfrentamiento legal ante los comisarios de la FIA.
Las declaraciones de patrones como Domenicalli (Ferrari) o Briatore (Renault) ya hacían preveer un escenario que ha confirmado Mario Theissen, director de BMW: «Hay discusiones sobre la legalidad de los coches y está claro que la FIA debe pronunciarse». La protesta puede formalizarse este jueves, cuando se realice la inspección técnica de los monoplazas.
Charlie Whiting, director de carrera de la FIA, ya explicó que los difusores eran legales. Esta opinión fue reforzada por su presidente, Max Mosley, que sin embargo dejó abierta la posibilidad a una revisión cuando afirmó que «esperaremos a que alguien lo cuestione».
Theissen ha insistido en que los difusores ‘alegales’, que tienen un agujero por debajo, dan una ventaja de cinco décimas por vuelta respecto a «la mayoría, que ha interpretado la norma de otra manera».
Por todo ello, Theissen anunció una conversación con los jefes de equipo de la asociación de escuderías y, una vez formalizada la protesta, se deberán pronunciar los tres comisarios de carrera de la FIA.
Sin embargo, la decisión de éstos puede ser recurrida ante el Tribunal de Apelación de la FIA, cuya decisión se conocería una semana después, por lo que dejaría en el aire el resultado del GP de Australia y del GP de Malasia.