Contra viento y marea, de alguna forma General Motors se las ha ingeniado para dar continuación a sus modelos de tracción trasera. Según cuentan los australianos de GoAuto, la plataforma Zeta, utilizada por modelos como el Holden Commodore y el Chevrolet Camaro, seguirá vigente durante al menos una década más, aunque con ciertos cambios para adecuarla a las circunstancias.
La filial de GM, que finalizó el desarrollo del actual chasis hace unos pocos años, tendrá por tanto material con el que seguir trabajando durante una buena temporada. El primer vehículo en hacer uso de la nueva arquitectura sería el Holden Commodore (Pontiac G8 en EEUU), que seguramente verá una sensible reducción en tamaño y cilindrada. La nueva generación será lanzada en 2013, y tendría una vida comercial aproximada de siete años. Los motores estarán compuestos por bloques más pequeños (tal vez incluso de cuatro cilindros), aunque no por ello menos potentes; los turbocompresores y la inyección directa jugarán un papel vital en el futuro de Holden, y considerando la tendencia exportadora de GM, también en las marcas que reciban sus derivados para EEUU.
A juzgar por lo dicho, lo mismo el Torana de 2004 (arriba) termina siendo algo más que un modelo conceptual de estridente coloración.