Bueno, pues parece que podemos borrar a Magna de la lista de interesados en Saturn. Y no por falta de ganas, sino porque sencillamente no podría surtir su catálogo con modelos de Opel. Frank Stronach, fundador y presidente de Magna, ha declarado a los medios en una conferencia que el acuerdo firmado con General Motors para tomar el control de Opel le impedirá vender los modelos de Rüsselsheim en Estados Unidos y China.
La verdad es que no podemos decir que no estuviéramos esperando alguna cláusula parecida, y es que General Motors no podía ser tan inocente como para permitir que Magna le hiciera la competencia en casa, y con productos desarrollados por el propio grupo.
En cualquier caso, Stronach ha señalado que todo es susceptible de cambiar, especialmente si se considera que sus lazos con General Motors tienen ya 50 años de antigüedad. Tampoco hay que olvidar que el fabricante estadounidense sigue manteniendo un 35% en Opel, y por tanto, también sacaría tajada de sus posibles ventas. Particularmente merecedor de atención es el caso chino. Citando a Stronach, «si económicamente tiene sentido, puedes persuadir a alguien para que cambie algo». Mientras ese momento llega, parece que Buick podrá seguir vendiendo el Regal sin inconvenientes.
Todo esto, por cierto, se dijo durante un «tour» en Ottawa, donde Magna está intentando conseguir las ayudas económicas con las que levantar su primera planta en Canadá, donde le gustaría comenzar a fabricar vehículos eléctricos utilizando su propia tecnología.