La berlina alemana ya cuenta con su variante “verde”, turbodiesel de 160 caballos que sólo consume 5,2 litros. Para ello, se ha trabajado en apartados como la aerodinámica hasta lograr un coeficiente aerodinámico Cx de sólo 0,26.
A pesar de la crisis interna por la que está pasando la marca germana, la evolución de sus productos es imparable. Como demuestra la llegada del Opel Insignia EcoFLEX, la versión de esta berlina más respetuosa con el medio ambiente y que se comercializará en España a partir de finales del mes de julio.
Su desarrollo comenzó en paralelo al del modelo base e incorpora un motor diésel de última generación ECOTEC de dos litros de cilindrada, common rail, turbocompresor de geometría variable y, por el momento, 160 caballos de potencia. Asimismo, dispone de una nueva tecnología con control de la combustión, denominada Clean Tech y que reduce las emisiones contaminantes controlando la combustión y adaptando la cantidad optima de combustible para su ignición.
El resultado es brillante para la potencia y tamaño del automóvil: 5,2 litros de consumo medio cada 100 kilómetros y 136 gramos de CO2 por kilómetro, lo que supone el motor de la categoría menos contaminante en ese rango de potencia. Asimismo, los datos representan una reducción de algo más del 10% y de casi el 12%, respectivamente, frente al Insignia diésel de 160 caballos «normal».
350 euros de sobreprecio
Para lograrlo, también se ha trabajado en otras direcciones, básicamente las mismas que en las variantes ecológicas de otras marcas. Así, parte de los bajos (como es el caso del depósito de combustible) está carenado y el borde inferior del radiador está sellado por completo; el frontal tiene un spoiler más corto y, finalmente, se ha rebajado la altura del conjunto en tres milímetros en el eje delantero y 14 en el trasero. Con todas estas modificaciones se ha reducido el CX a 0,26 de los 0,28 del modelo de la gran serie.
Los neumáticos son Michelin Primacy de baja resistencia a la rodadura y se han adaptado los desarrollos de la caja de cambios (siempre manual de seis marchas) con dos primeras relaciones muy cortas (para mejorar las salidas) y el resto con desarrollos más largos que en el modelo convencional, sobre toda en la sexta.
Opel ha fijado un precio de 27.250 para la variante con acabado Edition y de 28.850 euros para el Cosmo, con carrocerías de cuatro o cinco puertas. Esto supone 350 euros más que los Insignia diésel de idéntica potencia, pero sin el «tratamiento» Eco FLEX. Un motor que probablemente termine siendo retirado.
Hasta el 40% de las ventas
Más adelante, está previsto extenderla a otras variantes de 130 y 190 caballos. En cuanto a la carrocería familiar Sport Tourer, su comercialización se iniciará en octubre con un precio de salida de 28.450 euros en la versión de inicio y 30.450 euros para la versión más equipada.
El comportamiento de esta excelente berlina es muy bueno, destacando la suavidad de manejo, la ausencia casi total de rumorosidad, el excelente acabado general y la gran autonomía gracias a los reducidos consumos que se consiguen con la nueva mecánica ecoFLEX. A todas estas virtudes hay que sumar la atractiva imagen general y las buenas terminaciones y calidades de todos sus componentes.
Opel prevé que en este mismo ejercicio, las ventas de la gama EcoFLEX representen el 15% del total de matriculaciones de los Insignia (se calculan unos 7.000 coches en todo el año), pero con una tendencia al alza que haga que en 2010 ese porcentaje esté entre el 30% y el 40%.