Después del acuerdo alcanzado entre la FIA y la FOTA, el panorama para el año 2010 está bastante más claro, aunque ni mucho menos decidido. Aún hay una serie de puntos que aclarar de cara al próximo mundial, así como la confirmación de que los nuevos equipos finalmente tomarán parte en el campeonato.
Por fin ayer se acabó una de las peores guerras de la historia de la F1. Una lucha de poderes que finalizó con la salida de Max Mosley de la FIA el próximo mes de octubre. Se hará así de cara a la galería, con el fin de evitar que todo el mundo se de cuenta que a Mosley le han echado. Esta parte del acuerdo se pintará como un abandono voluntario del británico una vez que la F1 está en paz. Nada más lejos de la realidad, ya que Mosley no podrá volver a inmiscuirse en ningún tema relacionado con la F1. Las decisiones que se tengan que tomar de cara al próximo mundial de F1 tendrán como protagonista principal a la FOTA, estando las mismas tuteladas por la FIA, no por Mosley.
Otra de las cosas que se confirmó es que en 2010 se correrá bajo el grueso de las normas de 2009, aceptando las propuestas de la FOTA. Sin embargo, aún habrá puntos que cambien de aquí al año que viene. Los equipos quieren que el sistema de puntuación cambie, premiando más las victorias, pero sin llegar al extremo propuesto hace unos meses por Ecclestone con su sistema de medallas. Además, los equipos querrían hacer carreras más cortas, de unos 250 km en vez de los 305 km actuales. Este hecho puede chocar con los acuerdos televisivos y comerciales de Ecclestone, con lo que también será un punto a negociar.
Por otro lado está el dichoso KERS. Se supone que el año que viene el sistema debía ser estándar, pero viendo el dineral que cuesta y su “exitoso estreno” esta temporada, no es descartable que ésta tecnología desaparezca de la F1. Hay que recordar que, de los diez equipos de la parrilla, solamente cuatro comenzaron con el sistema, y de esos cuatro, solamente Ferrari lo mantenía en la última carrera. Además, de momento ningún monoplaza con KERS ha logrado ganar esta temporada.
Lo que si se va a cumplir es la ayuda técnica de los equipos actuales a los nuevos, como es el caso del español Campos Meta. Motores y transmisiones a precios asequibles entrarían en los acuerdos. Sin embargo, ya empiezan a salir algunas voces discordantes con estos nuevos equipos. Hasta ahora, todo equipo nuevo en F1 debía pagar un canon de 48 millones de euros, del cual no se ha oído hablar hasta ahora para los nuevos. Toyota fue el último en pagarlo en el año 2002, porque equipos como Brawn GP o Red Bull, por poner dos ejemplos, no son nuevos como tal, ya que compraron un equipo (Honda y Jaguar respectivamente) que ya tenía plaza en la F1. Además, de los tres equipos nuevos, uno de ellos podría caerse. Hablamos de Manor, cuya capacidad para llevar a cabo el proyecto está más en entredicho que nunca.
Este equipo podría caerse y Epsilon recuperaría opciones de entrar en F1. De hecho, pese a tenerlo todo para convertirse en equipo de F1, se rumorea que la no inclusión de Epsilon en el mundial de 2010 se debe a la negativa de montar motores Cosworth, el cual era uno de los requisitos encubiertos de Mosley para entrar en F1. Las razones de esto las desconocemos, pero conociendo el “modus operandi” del señor Mosley, podemos imaginarlas.