Tras los dramáticos seis primeros meses del 2009, que incluyeron quiebras y traumáticas reducciones de empleos y producción, General Motors (GM) y Chrysler dicen que en estos momentos se encuentran mucho mejor de lo esperado
Los dos fabricantes, que han tenido que recurrir a decenas de miles de millones de dólares de ayudas públicas para sobrevivir, sorprendieron la semana pasada, y casi al mismo tiempo, con decisiones y anuncios inesperados.
General Motors se ha adelantado unas horas a Chrysler a la hora de anunciar sus ‘buenas noticias’.
Contra todo pronóstico, el consejo de administración de GM ha decidido cancelar la venta de su filial alemana Opel (y la inglesa Vauxhall) cuando todo estaba pactado con gobiernos europeos y trabajadores para cerrar la adquisición por parte del grupo capitaneado por Magna.
Poco después, el consejero delegado de Fiat (y por ende de Chrysler), Sergio Marchionne, se ha reunido en la sede del fabricante estadounidense en Auburn Hills a analistas, periodistas y políticos para explicar su plan de rescate y ha aprovechado para anunciar que la salud financiera de la empresa es robusta.
Si los dos anuncios de GM y Chrysler han sido sorprendentes, las razones que los han permitido han dejado a más de uno pasmado.
Básicamente, las dos empresas han dicho que las reestructuraciones que han acometido en las últimas semanas han sido increíblemente efectivas hasta el punto que sus cuentas están a años luz de donde estaban hace sólo seis meses.
El vicepresidente de General Motors (GM) , John Smith, y que estaba a cargo de las negociaciones de la venta de Opel a Magna, lo ha dicho claramente durante una conferencia de prensa telefónica convocada ante el furor desatado en Europa por la decisión de cancelar la venta.
‘Las condiciones ahora de GM no se pueden comparar con las del primer trimestre del año ni siquiera con las de la primera mitad de 2009. Ha habido una gran mejora’ dijo Smith para añadir a continuación que ‘ahora tenemos más flexibilidad para efectuar el plan de reestructuración en solitario’.
La situación de GM ha mejorado tanto que tanto Smith como su jefe, el consejero delegado de la empresa, Fritz Henderson, han dicho que la liquidez de la compañía en Europa les permitirá pagar sin problemas el préstamo puente de 1.500 millones de euros facilitado por el Gobierno alemán.
Henderson tiene previsto ofrecer en los próximos días una explicación más detallada, y con números que lo respalden, de la significante mejora de la situación financiera de General Motors, tanto en Estados Unidos como en Europa.
Pero mientras tanto, el hecho es que GM espera que los gobiernos europeos proporcionen unos 3.000 millones de euros en ayudas para realizar la reestructuración de Opel y que el resto será financiado por la propia empresa sin mayores problemas.
Por su parte, Marchionne ha dejado a los analistas rascándose la cabeza cuando ha afirmado que, básicamente, la empresa ha dejado de perder dinero en las últimas semanas (con un EBITDA en el tercer trimestre de 200 millones de dólares y casi un beneficio neto en septiembre).
Eso a pesar de que las ventas de Chrysler han estado cayendo en barrena desde principios del año. Es más, según Marchionne Chrysler cuenta con una liquidez de 5.700 millones de dólares y que gracias a la reestructuración la empresa ha conseguido reducir sus costes fijos de forma dramática.
Las cifras son tan increíbles que Marchionne ha reconocido que más de uno podía pensar que ‘había fumado algo’, y no precisamente tabaco, para poder llegar a esos números.
Hasta que uno y otro no den a conocer sus cuentas de resultados, lo que ambos se han comprometido a hacer a pesar de que ya no cotizan en los mercados de valores y por lo tanto no tiene la obligación legal de hacerlo, sus afirmaciones tienen que ser probadas por la realidad. Pero el caso es que tanto GM como Chrysler han coincidido en decir que sus reestructuraciones han conseguido su principal objetivo, detener la hemorragia económica del 2008 y parte del 2009.
Lo que ambos fabricantes esperan ahora es que las ventas de automóviles se recuperen, incluso aunque sólo sea una ligera recuperación, para empezar a salir realmente del agujero.