¿Qué sucederá cuando Saab se desprenda de GM? ¿De dónde ha sacado Spyker el dinero para realizar la compra del año? Estas son sólo algunas de las dudas que tratamos de aclarar la semana pasada con nuestro especial «preguntas y respuestas». Entonces no teníamos más información que la justa para saber qué había pasado, pero hoy, Spyker ha querido dar más detalles acerca de la adquisición de Saab. No son muchos, pero sí interesantes.
Comenzando por el producto, que es lo más importante para el fabricante sueco, Spyker ha confirmado lo que ya sabíamos: los pilares de Saab serán inicialmente tres. La gama quedará formada en sus comienzos por un 9-3 en configuraciones hatchback, familiar, descapotable y X (crossover); el 9-5 sedán, familiar y X; y la versión de producción del largamente retrasado 9-4X. El 9-1 (o quiera llamarse el urbano de la firma), existe como propósito, pero no lo veremos hasta que Spyker encuentre el capital necesario para sacarlo adelante.
Los lanzamientos más importantes también han sido aclarados. El 9-5 llegará finalmente en la segunda mitad del año, mientras que el 9-4X tiene todo listo para salir de las cadenas a comienzos de 2011, entrando por tanto dentro de las predicciones iniciales. En cuanto a la nueva generación del 9-3, 2012 es la fecha estimada, aclarando por tanto el misterio de esas mulas con carrocería de Opel Astra que hemos visto pululando en las carreteras suecas.
¿Cifras de producción? También las tenemos. Spyker espera volver a fabricar entre 100.000 y 125.000 al año contando el 9-4X, que finalmente será ensamblado en México. General Motors se encargará de ceder plataforma y línea de ensamblaje, puesto que el todocamino de Saab será prácticamente hermano del Cadillac SRX 2011. Eso sí, que nadie espere que el grupo estadounidense vuelva a tener a Saab en un puño; pese a los acuerdos tecnológicos y a la compra de acciones preferentes, Spyker ha comunicado que el porcentaje de voto de General Motors será del 0,0005%. Dicho de otra forma, insignificante.
Por último, nos es imposible pasar por alto el detalle del vil metal. Como ya te contamos, Tenaci Capital, la nueva propietaria de Spyker, pondrá el dinero necesario para pagar a General Motors, pero nadie parece saber de dónde han salido esa pila de millones. Y lo más raro del asunto, es que Spyker quiere mantenerlo en secreto. Victor Muller, dueño de Tenaci a través de su holding Investeringsmaatschappij Helvetia, simplemente se limita a señalar que la compañía «obtiene su financiación a través de fuentes que desean permanecer en el anonimato y con las cuales Tenaci ha establecido acuerdos de confidencialidad». Dado que tanto General Motors como las autoridades suecas han dado su visto bueno a la operación, es de entender que los socios del señor Muller son fiables, pero tanto secretismo no hará mucho por la imagen de Saab. Desde luego, a nosotros no nos tranquiliza.