La multinacional japonesa Nissan se plantea el despido de 300 de los 650 trabajadores de su plantilla en la planta de Ávila, debido al descenso en la demanda de vehículos industriales, que ha caído hasta un 60 por ciento en el último año, han confirmado fuentes sindicales.
Las fuentes han agregado que la propuesta de la empresa, que no figura en el documento inicial entregado al comité de empresa, hace referencia, sin precisar, a la posibilidad de prejubilaciones, bajas incentivadas y despidos.
En la asamblea celebrada el lunes por los trabajadores de la empresa abulense más importante, todos los representantes sindicales han coincidido en rechazar cualquier medida que suponga despidos de trabajadores, aunque se mostraron dispuestos a negociar prejubilaciones y bajas incentivadas.
La propuesta de Nissan se conoce a falta de dos meses para que el próximo 31 de marzo finalice la aplicación del cuarto Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de suspensión temporal en apenas un año y medio, que suman en total 239 días de regulación para la plantilla.
Los dos primeros ERE a finales de 2008 y principios de 2009 sumaron 50 días, el tercero entre el 1 de marzo y el 31 de octubre de 2009 se ha prolongado durante 114 jornadas y el cuarto, de 75 días, ha comenzado a aplicarse el 1 de noviembre y finalizará el 31 de marzo.
Esta situación se produce después de que la fábrica más importante de la provincia haya pasado de fabricar 30.000 unidades en 2007 a las 8.600 del ejercicio económico de 2009, mientras que las previsiones anuales de aquí a 2012 son de 11.000 unidades, aunque el potencial de la factoría es de 26.000 vehículos.
Nissan pretende recortar la plantilla dentro del primer semestre del año, una vez que termine la aplicación del tercer strong>ERE temporal el próximo 31 de marzo.
Al descenso de la demanda, se suma la paralización de la adjudicación del ansiado F91D a la fábrica de Ávila, al que estaban destinados los 23,1 millones de euros destinados por el Gobierno dentro del Plan de Competitividad de la Automoción, si bien la empresa ha decidido no utilizar esa partida por el momento.
La situación de Nissan se produce algo menos de un año después del cierre definitivo de Lear, que llegó a tener en algunos momentos 1.500 trabajadores, y tras el cierre de varias empresas auxiliares que suministraban piezas a la fábrica de la multinacional japonesa en Ávila.
El jueves, más de 500 empleados de la factoría salieron a la calle y registraran un escrito en la Delegación Territorial de la Junta solicitando a la Administración autonómica más transparencia en las negociaciones que mantiene con Nissan. La asamblea celebrada el lunes ha acordado la celebración de movilizaciones para reclamar un futuro para la fábrica.
El director de Comunicación de Nissan en España, Alfredo Castaño, ha asegurado que la continuidad de la planta que la multinacional japonesa tiene en Ávila, centrada en la producción de vehículos industriales, ‘no está en cuestión’ y que ‘en ningún momento se está pensando en su cierre’.