Sustentación es una palabra mágica en la aeronáutica porque, gracias a este principio, los aviones se mantienen en el aire y cada día transportan a millones de personas en todo el mundo.
La Fórmula 1 es tan avanzada como la aviación militar, pero usa la sustentación en coeficientes negativos, es decir si en un avión las alas nos mantienen en el aire, en un monoplaza el ala, en lugar de elevarnos, nos pegará al suelo (dándole la vuelta).
Un ala invertida es lo que los bólidos de F1 son en realidad, buscando
desesperadamente la carga aerodinámica (downforce) que les pegue más y más al asfalto y así poder tener un paso por curva, que ningún otro objeto posee sobre la faz de la tierra.
Para conseguir este efecto los monoplazas usan los alerones, el fondo plano, los difusores y la propia carrocería, pero en realidad todo esto es útil en las curvas, pero ¿qué efecto producen en las rectas?
Los alerones ofrecen una resistencia al avance que “frena” a los coches (un camión tiene mejor penetración que un F1), y esto resta velocidad.
Solución, eliminemos el alerón en las rectas pero… ¿cómo? si la FIA prohibe elementos móviles salvo los pequeños flaps delanteros.
Hasta que la Federación incrementó los controles los alerones traseros, estos se «doblaban» hacia atrás en las rectas (mediante deformación progresiva y materiales con “efecto memoria”) dejando de ofrecer resistencia para volver a su posición inicial en las curvas, ahora se busca esto mismo a través de otro ”truco” aerodinámico.
Cuando un avión entra en perdida, pierde su capacidad de mantenerse en el aire, en la F1 es efecto es el contrario por lo que dejara de ofrecer resistencia.
McLaren ha desarrollado un elaboradísimo paquete aerodinámico en su tren trasero, que usa el aire que entra por la alimentación del motor y lo canaliza por su prominente aleta de tiburón (que no es plana como en Ferrari o Red Bull) hacia el radiador de aceite situado este año encima de su estrecho y largo cambio, saliendo justo a la altura del perfil inferior del alerón trasero en combinación con el aire caliente de los tubos de escape, llegando a explotar al máximo el trabajo del doble difusor en combinación con los elementos de la suspensión (que son a su vez mini-alerones).
¿El resultado de toda esta maquiavélica genialidad aerodinámica? La parte trasera entra en pérdida y el alerón trasero deja de ofrecer resistencia en las rectas de los circuitos.
Esto podría explicar las declaraciones de Alguersuari a La Gaceta cuando afirmaba que los británicos sacan a todos «6 ó 7 kms en las rectas».
Si bien Red Bull a Vettel le da alas, este año McLaren ha optado por quitarlas, demostrando en las pistas una velocidad inalcanzable para el resto a la vez que un consumo de su motor Mercedes mínimo. Si logran mejorar su consumo de neumáticos serán uno de los enemigos más duros de batir por Ferrari, Red Bull y Mercedes.