En el futuro a corto-medio plazo de Skoda caben dos modelos clave con los que el grupo VAG expandirá sus opciones. Además serán dos modelos para el mercado popular europeo: un coche pequeño para ciudad y un compacto.
La primera adquisición sería el coche más enfocado a la ciudad y podría llegar a finales de este año. Estaría basado en el prototipo Volkswagen Up! sobre el que se asentarán varios vehículos del grupo alemán con una longitud de carrocería de unos 3.7 metros. La diferencia con el resto de modelos estribarían en puntos como la parrilla o los paragolpes con lo que la silueta del vehículo sería prácticamente la misma.
Mecánicamente este pequeño Skoda se apoyaría en los mismos motores de pequeño tamaño con los que también revivirá el Volkswagen Lupo: dos bloques de 75 CV, 1.0 litros en gasolina y 1.2 litros en diésel, y un 1.2 TSI de 85 CV como tope de gama. A mayores se le uniría posteriormente una variante eléctrica de unos 80 CV aproximadamente.
La siguiente propuesta de Skoda será un modelo compacto que entraría a acompañar a sus primos, el Volkswagen Golf, el Audi A3 y el Seat León. Claramente la orientación de este Skoda iría en la senda del León en cuanto a calidad o precio y con una diferenciación centrada en el diseño como hasta ahora han hecho los Fabia, Octavia y demás.
Sería en definitivo un coche para vender en grandes cantidades. Los planes apuntan que Skoda va a poder revalorizarse con estos modelos en Europa y, al menos en España, podría ganar bastantes enteros con una mejora paralela de su imagen.