Los estadounidenses están tremendamente orgullosos de que su país tenga una de las normas anticontaminación más restrictivas del planeta en cuando a automoción se refiere. Consideran que su parque móvil es menos contaminante que el de Europa, aunque parece que no tienen en cuenta que sus motores son de media bastante más grandes que los que se encuentran en el Viejo Continente, ergo consumen más y emiten más gases.
Por ello, no les ha sentado muy bien las críticas que un fabricante europeo ha vertido contra la calidad de su gasolina. Daimler, la casa matriz de Mercedes-Benz, ha dicho que las emisiones podrían ser inferiores si se mejorara la calidad de la sopa que utilizan los coches por aquellos lares. Concretamente, dicen que el contenido en azufre es demasiado elevado, y no les falta razón, ya que la legislación estadounidense es mucho más flexible en ese aspecto respecto a la europea.
En la Unión Europea, la directiva 2003/17/CE establece que a partir del 1 de enero de 2009 las gasolinas de automoción no pueden tener un contenido en azufre superior a 10 mg/kg, que equivale a 10 ppm medidos en masa. En EEUU, la EPA permite gasolinas de hasta 95 ppm, es decir, una cantidad de azufre casi 10 veces superior al máximo europeo. Resulta curioso que en todo el mundo se estén llevando a cabo multimillonarios proyectos de desulfuración (en centrales térmicas por ejemplo) y EEUU deje tanta permisividad en la automoción, que es un componente esencial en las emisiones de gases procedentes de la combustión.
¿Por qué se queja Mercedes de esto? Evidentemente, por motivos comerciales. Los actuales motores BlueEfficiency de gasolina, cada vez más afinados en cuanto a reducción de consumos y emisiones, necesitan requerimientos especiales de gasolina para un funcionamiento óptimo. La última hornada de estos propulsores necesita gasolinas con un contenido en azufre inferior a 50 ppm, por lo que el caldo estadounidense podría dar lugar a un mal funcionamiento del motor.
Desde el otro lado del charco se defienden diciendo que Mercedes también comercializa estos motores en otras zonas como Asia o África donde el control de la composición del combustible no es tan restrictivo, sobre todo desde el punto de vista ambiental. Efectivamente así es, pero EEUU es uno de los mercados más importantes para Mercedes, de ahí que pidan mejor calidad de la gasolina para poder demostrar que realmente sus motores tienen los consumos y emisiones que anuncian.